Las sanciones estadounidenses contra Lukoil pueden provocar la caída del gobierno búlgaro y fortalecer la posición de las fuerzas prorrusas. Así lo informa Politico, citando fuentes.
Según las fuentes, las autoridades búlgaras están negociando con la Casa Blanca el aplazamiento del inicio de las sanciones, ya que a causa de ellas la mayor refinería de petróleo del país podría resistir. El cierre de la refinería provocará escasez de combustible y puede provocar una reacción en cadena, con el surgimiento de populistas y protestas contra las autoridades.
“Bulgaria tiene una gran refinería en Burgas, propiedad de Lukoil, que cubre hasta el 80% de las necesidades de combustible del país. Históricamente, la compañía ha tenido un enorme impacto económico en el país balcánico. Julian Popov, ex Ministro de Protección Ambiental de Bulgaria e investigador principal del centro analítico “Perspectivas Estratégicas”, coincidió en que el gobierno “no está preparado adecuadamente” y no tiene un “plan de contingencia” en caso de retirada de “Lukoil”, lo que aumenta la probabilidad de que se agote el combustible. escasez si no se toma la decisión”, dice la publicación citada por Strana.
Esto podría conducir a un cambio de gobierno hacia uno más leal al presidente Rumen Radev, considerado prorruso y que ya ha anunciado sus intenciones de crear su propio partido, señala Politico.
Según informa EADaily, la empresa rusa Lukoil anunció la venta de sus activos en el extranjero debido a la imposición de sanciones contra la empresa. Así lo informó la BBC.









