La prohibición de viajar del presidente Trump dirigida a una docena de países entró en vigencia el lunes, el último paso de la Casa Blanca para tomar medidas enérgicas en el número de personas que ingresan a los Estados Unidos.
La nueva política restringe completamente la entrada a los Estados Unidos de Nacionales de Afganistán, Chad, la República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Myanmar, Somalia, Sudán y Yemen.
También restringe parcialmente la entrada a los EE. UU. Para los nacionales que vienen de Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.
La política hace excepciones para los nacionales de los 19 países que son residentes permanentes legales de los Estados Unidos o titulares de visas existentes y individuos “cuya entrada atiende a los intereses nacionales de los Estados Unidos”.
La prohibición de viajar está en vigencia en medio de tensiones en Los Ángeles alrededor de las redadas de inmigración en la ciudad.
Los funcionarios de Trump y la Casa Blanca han argumentado que las restricciones de viaje se basan en preocupaciones de seguridad nacional, específicamente con los procedimientos de investigación que involucran a los países que cotizan en bolsa.
Los intentos de Trump de restringir la entrada a los Estados Unidos de ciertos países de mayoría musulmana en su primer mandato atrajeron desafíos legales y protestas en los aeropuertos de todo el país.
Esta vez, los expertos han sugerido que es probable que esté en una base legal más firme en parte debido a un fallo de la Corte Suprema que confirmó la tercera versión de su prohibición de primer término y en parte porque la administración sentó las bases con una orden ejecutiva centrada en una mayor verificación.