El mérito de tener enemigos ilustre

Lo mejor de Riquelme no es la elección de los directores técnicos (más bien desastroso, o peor: los técnicos no parecen estar interesados), ni la asamblea de las escuelas (en general, irregular; este último demasiado sobrevalorado), ni la reforma del estadio (en el que no hizo nada), aún menos el peso en el AFA y el Conmebol (donde Boca está pintado). No, nada de eso. Lo mejor de Riquelme se encuentra en sus enemigos. Los enemigos declarados que Riquelme no deja de hablar bien de él. ¡Alguien que tiene esos enemigos no puede hacer las cosas tan mal (y sin embargo, Riquelme hace las cosas muy mal! ¡Qué paradoja).
Desde Milei y Macri, hasta Anello, aquellos que se sientan en las tablas ESPN y varias de la red (todos ellos realmente terminales mediables de Macri y Milei), esos enemigos exaltan y agrandan la figura de Riquelme. Mientras las cosas continúan así, la mala gestión de Riquelme tendrá que convertir una vela al nivel de ignorancia, resentimiento y sospechas éticas de sus enemigos para ganar las elecciones nuevamente. Veo que es más probable que Boca vuelva a ganar los Libertadores en los dos años.
Mientras tanto, Boca juega contra Lanús, en otra de las 16 de este nuevo campeonato que comienza hoy. Porque el playoff funciona como un nuevo campeonato. No me gusta el sistema mexicano: los equipos que jugaron bien la fase de clasificación (digamos Argentinos Juniors o Rosario Central) pueden jugar nuevamente en la ronda de 16, pero no logran ganar (partidos que tienen el rival contra su arco todo el tiempo, disparos en los palos, etc.), atan y terminan perdiendo por penalizaciones. Se podría decir: también lo son las Copas del Mundo. Es cierto. Si Argentina perdió por sanciones en los cuartos de final contra Holanda, ahora Draw Martínez no haría anuncios de hamburguesas. También lo son las cosas: la pelota entra y salimos a celebrar. Golpea el palo, sale y todo ha terminado. Pero en el caso del campeonato local tiene más que ver con el desorden que la AFA disminuye en la organización de torneos. Ya un campeonato de 30 equipos es una anomalía que distorsiona todo y coincide.
Estos no les gustan los autoritarios
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Acabo de mencionar Argentinos y Central, ambos primero en sus grupos. ¡Qué poco se dice de ellos! De hecho, para ser honesto, Central solo vio los resúmenes de sus partidos. Argentinos vieron varias veces (no solo contra Boca). Él juega bien y está hecho, como de costumbre, muy fuerte en su cancha, toma el jugo del campo de juego. Sin embargo, para mí, el favorito para ser campeón es River. Si no tuviera los liberadores, estaría casi seguro, no veo quién puede sombrear. Con los liberadores es otra cosa, pero y todo, es un favorito. Si los argentinos pasan los octavos, las habitaciones los juegan contra el ganador de Tigre-San Lorenzo. Tiene la forma más o menos allanada para llegar a las semifinales. Ese podría ser el equipo sorpresa.