Película: The Old Guard 2
Elenco: Charlize Theron, Kiki Layne, Matthias Schoenaerts, Marwan Kenzari, Uma Thurman, Luca Marinelli, Switem Igiofor, Van Veronica Ngo, Henry Golding
Director: Victoria Mahoney
Calificación: 2 estrellas
Tiempo de ejecución: 105 min
“The Old Guard”, lanzado en Ott durante la pandemia en 2020, fue un éxito de transmisión. La historia, inspirada en una novela gráfica, presentó un equipo de inmortales para eliminar las amenazas y lidiar con los problemas sobre su longevidad. Cinco años después, obtuvimos esta secuela. La directora Victoria Mahoney no puede hacer de esta una experiencia divertida. Las subtramas, los personajes y la acción en la película no cohesen en un todo emocionante vibrante. El tempo está sorprendentemente apagado, por lo que no hay emoción. La película comienza con un conflicto en Croacia, donde un traficante de armas pone a Andy y los inmortales en una situación peligrosa.
Andy (Charlize Theron) un mortal, el líder de un equipo especial que incluye a los inmortales Nilo (Kiki Layne), Joe (Marwan Kenzari), Nicky (Luca Marinelli) y el ex Copley Mortal de la CIA (Chiwetel Ejiofor), se dedica a detener las acciones villanas alrededor del globo. Justo cuando Andy espera tomar un descanso, los problemas regresan. Su vieja amiga inmortal Quynh (Van Veronica Ongo), es sacada de las profundidades del océano por Discord (Uma Thurman), buscando venganza sobre Andy y el equipo por abandonarla. Andy y el equipo buscan a Booker (Matthias Schoenaerts) para obtener respuestas y Tuah (Henry Golding) para su apoyo. El bibliotecario inmortal busca la motivación detrás de las acciones de Discord. Booker regresa de Exile y Quyhn, está en una venganza para matar a su antigua familia. Las motivaciones están un poco confundidas aquí.
Charlize Theron y los otros actores hicieron un gran esfuerzo para hacer que las peleas parezcan convincentes y presten a los arcos emocionales cierta autenticidad. La cinematografía no es muy efectiva. No hay un toque visceral y el trabajo de cámara se siente apático. El final establecido dentro de una instalación nuclear es bastante flácida y poco emocionante.
La construcción del mundo es problemática. Las nuevas reglas son confusas. Todo parece un poco más complicado. El guión de Greg Rucka y Sarah L.Walker hace bien en informarnos sobre la dinámica del equipo y las habilidades inmortales. Pero aparte de eso y algunos chorros de acción vigorosa, que incluye chocar vehículos, batallas de armas y coreografía de pelea variada, gran parte parece incomprensible. La escritura concentra demasiado tiempo en las reglas de la inmortalidad. La edición carece de eficiencia. La trama es difícil de manejar.
Victoria Mahoney, que tomó el batón de Gina Prince-Bythewood, directora de la primera entrega, no parece tener la habilidad o el estilo para hacer que esta secuela sea interesante. El tempo no llega a nada más allá del letargo con sus personajes que desean destruirse unos a otros. El intento de dejar algunos de los subtramas abiertos apunta a otro esfuerzo de secuela en la salida. A pesar de que el tiempo de ejecución es de menos de dos horas, todavía se siente como un arrastre.