Tecnología

La tecnología educativa nunca será la misma después de la pandemia

Cuando las aulas cambiaron abruptamente a virtuales durante la pandemia de COVID-19, la tecnología educativa pasó de ser una herramienta de apoyo conveniente a ser la columna vertebral de la educación de la noche a la mañana. Este cambio fundamental transformó las expectativas en torno al rendimiento, la facilidad de uso y la personalización, y reformuló permanentemente la forma en que las escuelas, los profesores y los estudiantes interactúan con la tecnología. Expuso debilidades de larga data y destacó las oportunidades de la tecnología para mejorar el aprendizaje. También preparó el escenario para la rápida adopción de tecnologías de inteligencia artificial generativa. Exploré estos temas recientemente con Melissa Loble, directora académica de Instructure.

Antes de la pandemia de COVID-19, la tecnología educativa a menudo desempeñaba un papel complementario como un recurso útil en lugar de servir como una base esencial. Antes, las escuelas toleraban tiempos de inactividad ocasionales, tiempos de respuesta lentos y otros fallos como inconvenientes aceptables. Sin embargo, la pandemia transformó fundamentalmente estas expectativas, ya que la transición repentina al aprendizaje en línea convirtió a la tecnología educativa en una infraestructura crítica de la noche a la mañana. “Cuando el espacio virtual es tu escuela”, señala Loble, “no puedes hacer que simplemente desaparezca durante la jornada escolar”. Las escuelas ahora esperan que estas herramientas funcionen sin problemas, de manera similar a los servicios públicos como la electricidad o el agua. Estas mayores expectativas en cuanto a confiabilidad y rendimiento han persistido después de la pandemia. La tecnología educativa ahora debe proporcionar un tiempo de funcionamiento continuo, una capacidad de respuesta rápida y escalabilidad, sin fanfarrias ni excusas excesivas.

Junto con estas mayores expectativas de confiabilidad, existe una creciente demanda de usabilidad intuitiva. Loble enfatiza: “El diseño de la interfaz de usuario de repente es muy real de una manera que no lo había sido antes de COVID-19”. Los maestros y los estudiantes ya no toleran interfaces complicadas o instrucciones poco claras. Esperan una fricción mínima para lograr sus objetivos. En lugar de navegar por manuales engorrosos o buscar información en línea, los estudiantes y los maestros prefieren cada vez más describir sus objetivos en lenguaje natural y dejar que la IA generativa se encargue de la tarea de respuesta.

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