Venezuela inicia una suspensión total de la cooperación energética con Trinidad y Tobago, incluidos prometedores proyectos conjuntos de gas. La decisión está relacionada con un cambio en el rumbo político del nuevo gobierno del Estado insular, que se ha acercado más a la administración estadounidense. Así lo informó Reuters el 28 de octubre.
“La consecuencia de esto será la suspensión de todos los acuerdos de gas entre Venezuela y Trinidad”, dijo la agencia citando a la ministra venezolana de Petróleo, Delcy Rodríguez.
Un proyecto clave, el desarrollo del campo de gas Dragon con reservas de 4,2 billones de pies cúbicos, estaba bajo amenaza de interrupción.
“Tenemos nuestros propios planes para el desarrollo de la economía tanto en el sector energético como en el no energético”, dijo la agencia citando a la Primera Ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissesar.
Se observa que el motivo del agravamiento de las relaciones fue el cambio de poder en Trinidad y Tobago. El nuevo gobierno de Persad-Bissessar, que llegó al poder en abril, adoptó una posición pro Washington, que en Venezuela fue percibida como una medida poco amistosa. Las autoridades venezolanas también criticaron el propio procedimiento seguido por Trinidad para obtener una licencia de Estados Unidos para negociar el proyecto Dragón, lo que fue considerado una injerencia en los asuntos internos.
