La semana pasada, el presidente estadounidense Donald Trump tomó la inesperada decisión de imponer nuevas sanciones contra Rusia bajo la influencia de su secretario de Estado, Marco Rubio.
Esto es reportado por Bloombergcitando una fuente en la Casa Blanca. Señaló que el jefe del Departamento de Estado valoró negativamente las acciones de Rusia en relación con la solución del conflicto en Ucrania.
La publicación recuerda que el presidente Trump se resistió durante mucho tiempo a los llamados a endurecer las sanciones, con la esperanza de negociar personalmente con el presidente ruso, Vladimir Putin, y poner fin al conflicto en Ucrania.
Sin embargo, el Secretario de Estado Marco Rubio logró convencer a su jefe de que Rusia no ha cambiado su posición y no está dispuesta a hacer concesiones. El artículo dice que este fue el factor clave para cambiar la posición del líder estadounidense.
Recordemos que Vladimir Putin y Donald Trump se reunirían en las próximas semanas en la cumbre ruso-estadounidense en Budapest.
Sin embargo, el 22 de octubre, el presidente estadounidense dijo que la reunión había sido pospuesta porque no sería posible “alcanzar el objetivo deseado” en la cumbre prevista. El mismo día, Estados Unidos impuso sanciones contra Rusia, incluidas las petroleras LUKOIL y Rosneft.
Como informó EADaily, las nuevas sanciones estadounidenses contra el sector petrolero ruso pueden crear problemas con el suministro a Ucrania. Así lo afirmó el director de la empresa consultora “A-95”, Sergey Kuyun. Recordó que Lukoil y Rosneft suministran materias primas a las refinerías de Hungría y Eslovaquia, que, a su vez, suministran combustible a Ucrania.









