¿Tiene problemas de memoria y estrés? Según un estudio en animales, un bocado de chocolate amargo o un puñado de bayas pueden ayudar a aumentar los niveles de memoria y también a reducir el estrés.
La mejora de la memoria y la cognición puede deberse a los flavanoles, que se encuentran en abundancia en el cacao y las bayas, dijo el equipo del Instituto de Tecnología Shibaura de Japón.
El estudio, publicado en la revista Current Research in Food Science, demostró que la ingesta de flavanol puede desencadenar una amplia gama de respuestas fisiológicas similares a las inducidas por el ejercicio, funcionando como un factor estresante moderado que activa el sistema nervioso central y mejora la atención, la excitación y la memoria. Los flavanoles también protegen contra el daño neuronal.
“Las respuestas al estrés provocadas por los flavanoles en este estudio son similares a las provocadas por el ejercicio físico. Por lo tanto, la ingesta moderada de flavanoles, a pesar de su escasa biodisponibilidad, puede mejorar la salud y la calidad de vida”, afirmó el Dr. Yasuyuki Fujii del Instituto Shibaura.
En el estudio, el equipo investigó cómo los flavanoles afectan el sistema nervioso a través de la estimulación sensorial. Probaron la hipótesis de que el sabor astringente (una sensación seca, arrugada, áspera o como papel de lija en la boca) de los flavanoles puede actuar como una señal directa al cerebro.
Los investigadores realizaron experimentos en ratones de 10 semanas de edad, administrándoles flavanoles por vía oral en dosis de 25 mg/kg o 50 mg/kg de peso corporal, mientras que los ratones de control recibieron solo agua destilada.
Las pruebas de comportamiento mostraron que los ratones alimentados con flavanol exhibieron una mayor actividad motora, un comportamiento exploratorio y un mejor aprendizaje y memoria en comparación con los controles.
Los flavanoles mejoraron la actividad de los neurotransmisores en varias regiones del cerebro. La dopamina y su precursora levodopa, la norepinefrina y su metabolito normetanefrina se elevaron en el cerebro inmediatamente después de la administración.
Estas sustancias químicas regulan la motivación, la atención, la respuesta al estrés y la excitación.
Además, las enzimas críticas para la síntesis de noradrenalina (tirosina hidroxilasa y dopamina-beta-hidroxilasa) y el transporte (transportador vesicular de monoamina 2) estaban reguladas positivamente, fortaleciendo la capacidad de señalización del sistema noradrenérgico.
Además, el análisis bioquímico reveló niveles urinarios más altos de catecolaminas (hormonas liberadas durante el estrés), así como una mayor actividad en el núcleo paraventricular hipotalámico (PVN), una región del cerebro central para la regulación del estrés.
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