“La historia debe ser dirigida por la ética. Si no, no hay futuro”

Comenzamos citando un artículo sobre la Patagonia rebelde de Osvaldo Bayer (1927-2018), publicado originalmente por Editorial Galerna en 1974. Con el título Osvaldo Bayer, la Patagonia rebelde. La escritura de la memoria, se publicó en el Inter -American Journal of Bibliography, No. 2 (1998), y en él el médico en cartas de la Universidad Nacional de Tucumán, Rossana Nofal, hace una comparación de algo:
“La historia maestra en la que la interpretación de la escritura de Bayer es el Martín Fierro de José Hernández. El texto primitivo del Gaucho se entiende como una experiencia de la cultura argentina; la escritura de Bayer es encarcelada en el intersticio entre el primer texto y su interpretación. Bayer habla de una escritura que es parte del mundo, es un comentario sobre el enigmático, la parte de la mutación, lo que adora. Restaurar una verdad perdida, cubierta.
“En la primera etapa de Martín Fierro, las autobiografías de Fierro y Cruz son historias violentamente ilegales. Hernández escribe contra la ley de CAMS que se aplicó en el campo a los propietarios y no en la ciudad. Como señala Josefina Ludmer, es” la ley que negó la igualdad ante la ley y también trasladó a los trabajadores a los terratenientes. “Pasaje a través del ejército que tira de Martín Fierro y lo transforma en un mal Gaucho; es el comandante del ejército quien lleva a Cruz la mujer”.
Estos no les gustan los autoritarios
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“La escritura de Bayer comparte con el antimilitarismo de Hernández y la denuncia de la desigualdad ante la ley. Al tomar su voz, Bayer busca rastrear los rastros de una historia oculta e ininterrumpida sobre la violencia”.
En el prólogo con derecho a comenzar el debate histórico sobre nuestra violencia, del libro Historia de la crueldad argentina. Julio A. Roca y el genocidio de los pueblos nativos (publicada por la red de investigadores en genocidio y política indígena en Argentina), en la que varios autores participan bajo la dirección de Osvaldo Bayer, escribe: “Por su parte, el escritor Félix Luna ha escrito en los debates, el diario de Morón: ‘Roca, en el progreso de la certina, el certificado, lo que ha escrito en el mundo, lo que ha escrito en el Worly, lo que insertó en el progreso de la Argentina, en el que Insertará en el Progreso, lo que insertó el Progreso, en el Progreso, en el Progreso: Los indios involucraron el exterminio de gobernar.
“Parece que, para Félix Luna, tanto Aristóbulo del Valle como Darwin ya estaban” fuera de contexto “porque vivieron ese tiempo. Con el argumento de Luna, e imitando sus argumentos, podríamos justificar incluso a Hitler y decir” aunque exterminó unos pocos millones de judíos, predicó la supervivencia de la más fuerte y la superioridad de la raza Aryan; con errores, con abusos … Volkswagen) y las primeras carreteras ‘.
“La historia debe ser dirigida por la ética. Si no, no hay futuro para la humanidad”.
En los recitales de su proyecto de ley con respecto a la transferencia de la estatua ecuestre del general Julio Argentino Roca publicada en el libro citado, Bayer agrega: “La Sociedad Rural, hoy en día, la organización todopoderosa de los terratenientes, ya se dirigió en 1870 al gobierno que instó a una represión más severa de los” indios salvajes “. Perteneciente a la élite de los terratenientes: Amadeo, Leloir, Temperley, Atucha, Ramos Mejía, Llavallol, Unzueé, Miguen, Terrero, Arana, Casares, Sra., Martín y Omar, Real de Azúa “.
“Desde el puerto, los derrotados fueron transferidos al campo de concentración montado en la isla Martín García. Desde allí se embarcaron nuevamente y se” depositaron “en el Hotel de Inmigrantes, donde la clase gobernante del tiempo preparada para distribuir el botín, según el periódico El Nacional, que tituló” entrega de indios “:” Miércoles y viernes benéficos “.
“Un grupo selecto de hombres, mujeres y prisioneros se vio obligado a desfilar por las calles de Buenos Aires hacia el puerto. Para evitar la pancarña y el” patriótico “que quería imponer a ese siniestro y vergonzoso” desfile de la victoria “.
Hasta ahora, una muestra mínima o subrayada, en el trabajo de Osvaldo Bayer, con el propósito de resaltar su dimensión histórica y su importancia intelectual, también críticas. La noticia, la razón de esta página, es que el monumento en honor del escritor ubicado en Santa Cruz fue colapsado esta semana por los empleados de National Road. Dada la indignación generalizada, el trabajo del escultor Miguel Jerónimo Villalba restaurará el cuerpo para restaurarlo y colocarlo nuevamente en el área.
Pero el gesto simbólico y represivo ya ha tenido lugar. ¿Alguien se siente ofendido por los párrafos anteriores? Qué lástima, porque lo que no pueden evitar es que se lean los libros de Bayer, desde aquí hasta el resto de la historia argentina.