El equipo comandado por Miguel Ángel Russo salió al campo de juego del estadio madre de las ciudades para jugar la encrucijada de la Copa Argentina con la ilusión de ganar para avanzar y cortar una racha adversa de nueve partidos sin ganar. Sin embargo, Boca tropezó nuevamente con errores repetitivos y jugó mal en gran parte del partido. Depende mucho de las individualidades y recibió una nueva bofetada al prestigio de su gloriosa historia.
En el transcurso de la primera mitad, Boca intentó controlar la pelota con la presencia de Paredes Leandro en el medio de la cancha, Williams Alarcón a su lado como líder y el final Alan Velasco libre para proyectar con su gambeta y buena subasta. Mientras, Malcom Braida estaba en deuda nuevamente con la camisa azul y dorada como titular.
Por su parte, el oponente jugó a su ritmo, inteligente, equilibrado y jugando sin arriesgar más que la cuenta para golpear a Boca en el momento adecuado del juego cuando menos espera que se detuviera la medicina de la pelota. Como dice el dicho “cuando el que arde con leche, ve a la vaca y llora”. Entonces, el objetivo del Atlético Tucumán llegó al minuto 65 del complemento para el gol de la inteligente Ferreira paraguayan después de empujarlo a una serie de rebotes en un tiro de esquina.
Boca se quedó sin respuestas en la Copa Argentina
Luego, desde la desventaja, Boca sintió la bofetada de la derrota y salió a jugar con lo mejor que hizo en la cancha. Las individualidades de Leandro Paredes y Miguel Merentiel para generar peligro en el arco rival. Por su parte, en la primera mitad, Boca demostró cierta rebelión de las subastas al arco de Alan Velasco y los intentos de objetivos sin éxito de Edinson Cavani.
En cuanto a lo negativo del juego, se puede destacar que “Boca perdió nuevamente y acumula 10 juegos sin ganar ser una de las peores ráfagas negativas de toda su gloriosa historia”. Mientras, el entrenador Miguel Ángel Russo aún no pudo ganar desde su llegada al club en su tercer ciclo con cuatro empates y dos derrotas.
Para colmo, Boca recibió una nueva bofetada en la final en el Copa Argentina Y salió corriendo del título como la forma más corta de interpretar a la Copa Libertadores 2026 directamente en la fase de grupos y sin tener que pasar por el repechaje.
Ahora, el Xeneize necesariamente necesitará luchar por el Torneo Clausura de la Copa de la Liga para clasificar la Copa Libertadores 2026, un concurso que no juega por segundo año consecutivo. Por supuesto, “para llegar a ella, no debe depender de dos jugadores que solo no pueden hacer el trabajo necesario para alcanzar las victorias que lo acercan a ser un equipo fuerte para conquistar el título”.