En el diálogo con el Canal E, el economista Aldo Abram enfatizó que la baja inflación es un claro signo del cambio de curso, aunque advirtió que el consumo y los salarios aún no alcanzan los niveles de pre -crisis.
Simulacros de inflación 2% y puntos más bajos
“Esperábamos que el 2% ya funcionara”, explicó el entrevistado, al analizar el índice de inflación del 1.5% en mayo. Según su medición, el número fue incluso más bajo de lo esperado: “Nuestra encuesta dio 1.8%, por lo que fueron datos mejores de lo esperado”.
El economista consideró que esta tendencia seguirá siendo firme: “Quizás ya al final del año o principios que podamos ver que el 1% de los ejercicios de inflación”. Además, valoró el papel del banco central en este proceso: “Muestra la capacidad de regular el valor de la moneda como países normales”.
Consumo: el rebote que no todos ven
Dada la consulta sobre la falta de recuperación del consumo, Abram fue abrumador: “El consumo se está recuperando desde mediados del año”, aunque aclaró que no todos lo están mirando en los lugares correctos.
“Cuando llega una crisis, dejas de gastar en bienes duraderos y te concentras en lo esencial”, explicó. Por lo tanto, dijo que ahora se ve un rebote en artículos como entretenimiento, electrodomésticos, construcción privada y restaurantes. “Como no llega la crisis, pintamos la casa”, gráfico.
La recuperación es dispar y no será simétrica
Abram reconoció que “no todos los sectores recuperarán lo mismo”. Según su análisis, algunos elementos, especialmente aquellos que previamente subsistieron gracias a los subsidios o la protección, no podrían sobrevivir en una economía más abierta: “Es normal que las personas ganen plata con la sociedad, no a través de las prebendas”.
En este sentido, advirtió que habrá una reconfiguración productiva: “Muchos sectores que no eran negocios, especialmente en los servicios, se convertirán en ello, y otros industriales pueden dejar de ser”.
Power de compra y señales de confianza
Aunque reconoció que la baja inflación ayuda, Abram señaló que el salario aún no se ha recuperado por completo: “Creo que se recuperará principalmente en el tercer trimestre”.
El motor principal, dijo, será la confianza. “Cuanto más confirmemos que vamos a la normalidad, menos ahorraremos por miedo y más consumiremos e invertiremos”, dijo. En esa línea, declaró que el futuro también dependerá del apoyo político para la dirección económica en las elecciones: “El cambio de curso no está en juego, sino la velocidad con la que avanzamos hacia la normalidad”.
Expectativas de crecimiento cautelosas
Ante el debate sobre los sectores que aún no levantan la cabeza, como la comida y las bebidas, Abram indicó que “la industria alimentaria está creciendo, muy poco, pero es lógica”. También mencionó que parte del consumo básico aumenta al ritmo en el que se reduce la pobreza.
Finalmente, reiteró que el crecimiento no será homogéneo o inmediato: “No hay milagros, las cosas pasan el tiempo”, y enfatizó que consolidar la estabilidad es el primer paso esencial para reconstruir la confianza de los consumidores y las empresas.