Los últimos ejercicios se producen apenas dos meses después de la tregua de un año que China y Estados Unidos alcanzaron en su disputa comercial.
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El profesor asociado Dylan Loh, de la Universidad Tecnológica de Nanyang, dijo que era poco probable que los ejercicios interrumpieran el acuerdo y que el EPL probablemente se abstendría de cualquier medida que pudiera provocar una respuesta de Estados Unidos.
“Creo que querrán llegar a la zona de Ricitos de Oro de infligir dolor y demostrar determinación, pero sin ser vistos como desproporcionados, de manera que puedan enojar a Estados Unidos”, dijo.
“Un misil que vuele sobre la isla sin duda caería en una escalada que podría provocar un ojo por ojo”, dijo Loh. En 2022, China envió misiles directamente sobre la isla principal de Taiwán en respuesta a la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taipei.
William Yang, analista senior para el Noreste Asiático del International Crisis Group, dijo que las áreas que el ejército chino marcó para los ejercicios eran más grandes que en el pasado, “lo que sugiere que China está tratando de demostrar progreso en las capacidades de su ejército para imponer control sobre áreas más grandes alrededor de Taiwán en una posible invasión”.
‘Atroz por naturaleza’
Un experto de la Academia de Ciencias Militares de China dijo en un vídeo en las redes sociales que el EPL estaba realizando los ejercicios ahora porque “la colusión entre Estados Unidos y Taiwán se ha vuelto frecuente y atroz por naturaleza”.
Fu Zhengnan señaló el tamaño del último paquete de armas y lo que dijo fue un cambio de armamento defensivo a ofensivo.
Fu probablemente se refería al Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad, o HIMARS. Esas armas, que Ucrania ha utilizado eficazmente en su lucha contra Rusia, pueden penetrar hasta la costa sureste de China. Taiwán los obtuvo por primera vez el año pasado y comenzó a probarlos en mayo de 2025.
Beijing ha intensificado la intimidación militar de la democracia de 23 millones de personas desde que el presidente taiwanés, Lai Ching-te, asumió el cargo en mayo de 2024. China considera a Taiwán como una provincia separatista que debe ser puesta bajo su control, por la fuerza si es necesario, una postura que Taipei rechaza firmemente.
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Estados Unidos es el principal respaldo militar de Taiwán y su ley exige que proporcione a la democracia las armas para defenderse.
Bloomberg, AP
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