La respuesta de gestión de crisis incluyó el despliegue de más de 1.900 personal de aviación, incluidos 700 controladores de tráfico aéreo certificados, respaldados por 20 torres de control, 10 centros de control de aproximación y dos centros de control regionales que supervisan 15 sectores de vuelo. La red también incluye más de 1,200 dispositivos de navegación en todo el país. La coordinación en tiempo real entre los operadores locales y regionales fue posible gracias a los sistemas de procesamiento de datos de vanguardia, permitiendo el enrutamiento seguro, la toma de decisiones rápidas y las operaciones de vuelo ininterrumpidas.
