Crédito: imagen generada por IA
Al documentar y registrar los datos colectivos de la Sociedad sobre una escala sin precedentes, la inteligencia artificial se está convirtiendo en el historiador de la humanidad, cambiando la forma en que registramos información para la posteridad.
Pero el papel inadvertido de la IA como Memory-Keeper plantea profundas preocupaciones para los historiadores de hoy. A diferencia de los historiadores humanos que documentan explícitamente sus metodologías, los sistemas de IA están creando los archivos históricos del futuro sin transparencia crucial en torno a cómo las fuentes se seleccionan, ponderan e interpretan.
Esto socava un principio fundamental de la erudición histórica, que las metodologías deben ser visibles y contactables. En el nuevo libro “Historiadores artificiales”La historiadora Marnie Hughes-Warrington explora cómo los sistemas AI están transformando registros históricos.
El autor argumenta que la IA ya está profundamente involucrada en la historia, generando “la mayoría de las historias hechas en todo el mundo” a diario. En lugar de ver esto como solo una amenaza, el autor alienta a los historiadores a verlo como una oportunidad para comprometerse con el desarrollo de la IA para garantizar que estos sistemas reflejen la complejidad histórica.
Historia y comprensión matizada
Hughes-Warrington presenta preocupaciones sobre los sesgos en la recopilación de datos, específicamente la “recopilación desigual e injusta de información sobre el pasado”. Cuando los sistemas de IA entrenan en estos registros históricos sesgados, corren el riesgo de amplificar y perpetuar las desigualdades históricas, lo que potencialmente consolidan narraciones problemáticas para las generaciones futuras.
Además de esto, alguna información histórica puede simplemente no ser computable o legible por las herramientas de IA, dando una imagen incompleta.
Además de las preocupaciones en torno a la recopilación de información y la transparencia, Hughes-Warrington señala que AI pierde los matices de la narración histórica que los humanos aceptan inherentemente.
Ella explica que las afirmaciones históricas hechas por académicos e historiadores nunca son completamente verdaderos, pero están “parcialmente fundamentados”, lo que significa que se refieren a evidencia fuera de sí mismos e invitan a las pruebas. Esta compleja comprensión de la información histórica, o las “verdades” históricas, presenta un desafío para los sistemas de IA capacitados para proporcionar respuestas definitivas.
Cuando se le preguntó sobre los temas de historia mundial, las plataformas de IA tienden a dar respuestas similares y convencionales que presentan una visión limitada de la historia, lo que demuestra que los sistemas de IA carecen de la comprensión matizada del contexto histórico que los historiadores humanos desarrollan a través de años de estudio, sugiere Hughes-Warrington.
“La información del pasado podría no estar disponible o incluso computable, o presentada de manera que haga que el uso o combinación de conjuntos de datos sea difícil o incluso imposible”, explica Hughes-Warrington.
“Los contextos para la recopilación de datos también pueden ser ignorados. Si supiera que la información se recopilaba sobre las personas en angustia financiera o judicial, por ejemplo, ¿la usaría sin pensar en sus experiencias? Lo más importante, sin embargo, puede haber una exceso de confianza en el desarrollo de algoritmos o la detección de patrones”.
Ai está aquí para quedarse
“Este vacío de la historia y su absorción en el futuro, la ficción o la geopolítica significa que la experiencia histórica necesaria para hacer que la IA sea más efectiva y justa se pierda. La IA no es una amenaza para la historia si vemos la invitación a participar en su creación”, explica.
“Al llevar la experiencia histórica al desarrollo de la IA, podemos crear historiadores artificiales más efectivos y justos al tiempo que preservamos el pensamiento crítico y la comprensión contextual que define la estudios históricos de calidad”.
El texto finalmente sugiere que la creación de historia es un proceso complejo e interpretativo que no puede reducirse a algoritmos o reglas simples. Hughes-Warrington desafía a los historiadores y tecnólogos de IA a pensar más profundamente sobre cómo definimos y creamos historia.
“Si la historia es el problema, entonces la historia también es la solución”, concluye Hughes-Warrington.
Más información: Marnie Hughes-Warrington. Historiadores artificiales. Doi: 10.4324/9781003275084
Proporcionado por Taylor y Francis
Cita: El surgimiento de ‘Historiadores artificiales’: AI como guardián de la humanidad (2025, 30 de junio) Recuperado el 30 de junio de 2025 de https://techxplore.com/news/2025-06-artificial-historians-ai-humanity- stitebe.html
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