El Arsenal evitó una gran vergüenza contra los Wolves, los habitantes del sótano de la Premier League inglesa (EPL), al necesitar dos goles en propia meta, uno en el tiempo añadido, para ganar 2-1 el sábado. Sin embargo, el jefe de los Gunners, Mikel Arteta, optó por ver el lado positivo de las cosas, afirmando que una victoria valiente como esta muestra la resistencia de su equipo.
“Esta (victoria) te hace creer que, independientemente de cómo vaya el juego, siempre podemos encontrar una solución para ganarlo”, dijo Arteta. Sin embargo, con la cantidad de oportunidades que tuvieron en la primera mitad, Arteta admitió que el margen de victoria debería haber sido mayor y lamentó un período de complacencia en la segunda mitad por hacer las cosas más difíciles de lo necesario.
Mikel Arteta
“Hay un entendimiento muy claro de que el margen debería haber sido mayor. No fuimos lo suficientemente precisos en la primera mitad con la cantidad de oportunidades que generamos. Después (de nuestro primer gol) tuvimos un período con hábitos defensivos horribles, que no se acercan al nivel requerido”, dijo Arteta.
Los Gunners marcaron primero en el minuto 70 cuando el disparo de Bukayo Saka fue rechazado por el portero de los Wolves, Sam Johnstone, en el poste, solo para que el balón rebotara, golpeara el brazo de Johnstone y entrara en la red.
Los Wolves empataron en el minuto 90 con un cabezazo de Tolu Arokodare. Pero justo cuando los aficionados del Arsenal contemplaban el empate, los Gunners se beneficiaron de un segundo gol en propia meta cuando un centro de Saka fue desviado a la red por el defensa de los Wolves, Yerson Mosquera.
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