Ganar este premio significa más para mí que cualquier estadística o titular. No sólo por las connotaciones del premio, sino por el hecho de que es la culminación del apoyo de las personas en mi vida y de los últimos cuatro años de trabajo. Los profesores que desafiaron sin cesar mi pensamiento crítico; los compañeros de equipo que confiaron en mí y me orientaron; mis padres que apoyaron incondicionalmente mis ambiciones; y mi hermano gemelo que recorrió este camino conmigo son el andamiaje de mi carácter.
Es un recordatorio de que mi trabajo en el aula y en el campo ha llegado a ser algo significativo incluso en la sombra de dudas y confusión sobre mis habilidades y mi futuro. Creo que gran parte del desarrollo del carácter y del examen de conciencia provienen de la aceptación de cualidades como la compasión y el impulso implacable, que un premio como este encarna, además del fútbol. Ser nominado, y mucho menos ganar entre tantos otros candidatos destacados, revela el cambio positivo que hemos logrado colectivamente en nuestros programas, escuelas y comunidades en general, así como el carácter que mi entorno me ha formado.
Si reflexiono sobre mi carrera futbolística en la escuela secundaria, las personas que me han rodeado durante los últimos cuatro años eclipsan todos los premios y reconocimientos por mis habilidades. Al recordarme hace cuatro años, veo a un niño que abrazó el esfuerzo; quienes aparecieron nuevos en el deporte entre niños que habían jugado toda su vida, tratando de hacerse un lugar. El fútbol americano en la escuela secundaria no fue más que un subproducto del valor que aprendí de mis padres, mis compañeros y los cuatro años en el programa.
La experiencia del fútbol americano en la escuela secundaria es algo único: la hermandad, la tutoría y las dificultades. Colorado es el hogar de varios nombres conocidos del fútbol, y ser considerado un jugador digno de este reconocimiento dice mucho sobre mis esfuerzos por dejar una huella positiva en este mundo. Además, poder representar a las Escuelas Públicas de Denver con este premio por primera vez desde Marcus Houston no es más que un honor.
Mi carrera en el atletismo en la escuela secundaria me ha impulsado a desarrollar los valores que ya conocía y aplicarlos a circunstancias reales, todo lo cual ayudará en mi transición a la Academia de la Fuerza Aérea de EE. UU. como cadete y atleta de Clase Cuatro. Elián Oliva, Escuela Secundaria Northfield









