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Vamos, Sánchez, deambulan bolas y salga de España sin una Copa del Mundo porque Israel juega

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No es una broma de mal gusto o una obra de póker desesperada.

El fútbol español, tan acostumbrado a lidiar con controversias de arbitraje o con el precio de los fichajes, enfrenta un escenario sin precedentes: la posibilidad real de que el equipo nacional no vaya a la Copa Mundial 2026 si Israel logró calificar.

Un Ordago se lanzó desde el propio gobierno, que ha encendido la mecha de un debate que trasciende la hierba y agita los cimientos del deporte español.

El Claudicante Pedro Sánchez intensifica su estrategia de utilizar la lucha de Israel contra el terrorismo islámico para distraer la atención de sus múltiples casos de corrupción y tratar de marcar la agenda de cuestiones informativas y políticas.

Después de obligar a RTVE a anunciar que España no participará en el próximo Festival de Eurovisión si Israel está presente, el Ejecutivo no descarta que el equipo nacional de fútbol renuncie a la Copa Mundial si Israel fue clasificado.

Con este doble movimiento, Sánchez mueve su delirio ideológico a la música y el deporte, en una exposición de oportunismo político tan torpe como dañino. Después de jactarse de haber logrado el regreso a España, proyectando una imagen vergonzosa internacional, el presidente ha decidido que la mejor manera de desviar la atención de los escándalos de corrupción y la parálisis de su gobierno es liderar el ataque contra Israel, para su ofensiva militar contra los terroristas de Hamas que usan Gaza como sede.

Este despliegue de Sánchez no es solo un gesto de populismo vacío, sino un intento desvergonzado de cubrir a su minoría parlamentaria que le impide sacar leyes y presupuestos o la corrupción de su familia, su partido y su gobierno. Al instrumentalizar la eurovisión y amenazar con boicotear la Copa del Mundo, el gobierno convierte los eventos culturales y deportivos en herramientas de su agenda ideológica. La estrategia busca posicionar a Sánchez como un adálido de una causa internacional, pero en realidad el presidente español es solo un hedor al que el resto de los líderes mundiales relevantes no lo convocan para reuniones importantes.

La cruzada contra Israel de Sánchez pone en riesgo la participación de artistas y atletas españoles en plataformas mundiales, además de alienar a millones de fanáticos. Este táctico político no solo compromete el prestigio nacional, sino que también evidencia una clara prioridad: los ingresos electorales por encima del interés común. La pregunta es cuánto pagará España por este ejercicio de oportunismo y si Sánchez está preparado para enfrentar el rechazo de que sus decisiones están destinadas a provocar.

¿Fútbol o geopolítica? La federación y el dilema de la FIFA

El movimiento, que algunos parecen valiente por la imprudencia, coloca a la Royal Spanish Football Federation (RFEF) en una posición incómoda. La Federación teme sanciones de la FIFA, que ya ha advertido en el pasado sobre las consecuencias de mezclar las decisiones del gobierno con la autonomía deportiva. La posibilidad de excluir a España no solo de la Copa Mundial 2026, sino de futuras competiciones, es un escenario que se preocupa, mucho, gerentes y clubes federativos, que podrían verse afectados por su imagen y su economía.

Entre los fanáticos y analistas deportivos reina el escepticismo. Se señala que el fútbol nunca debe ser como rehén de disputas geopolíticas, aunque no hay falta de voces que aplauden la postura del gobierno debido a su coherencia ética. El debate, a veces surrealista, ha dejado impresiones inusuales, como canciones en los estadios que afirman que “la pelota no entiende las fronteras” contra otros que exigen “coherencia y dignidad” a los representantes públicos.

El caso de fútbol no es un episodio aislado. Como si fuera un efecto dominó, la controversia se ha extendido a otros grandes eventos internacionales. La junta directiva de RTVE ya ha aprobado el retiro de España del Eurovision Festival 2026 si Israel participa. No quieren que vea que en el voto popular, Israel se devasta principalmente entre los espectadores españoles. El voto definitivo sobre la participación de Israel en el concurso se llevará a cabo en diciembre, pero la presión política y social está aumentando. El propio Patxi López, portavoz del PSOE en el Congreso, ha sugerido que el veto podría extenderse a “otros eventos”, abriendo la puerta a la posición española replicada en competiciones deportivas y culturales de gran repercusión internacional.

Los antecedentes y la dimensión internacional del conflicto

El gobierno de Sánchez no está solo en su cruzada. La exclusión de Rusia del deporte internacional después de la invasión de Ucrania dio un precedente, y ahora el ejecutivo español afirma el mismo tratamiento para Israel. Para mantener sus acusaciones, el gobierno usa los datos de los terroristas de Hamas, según lo cual la ofensiva militar en Gaza habría costado a 65,000 personas.

En esta tontería de estirar el chicle contra Israel para distraer la atención de los muchos problemas graves del gobierno, el portavoz, Pilar Alegría, ahora saca un nuevo conejo del Chipper de improvisación al liberar tontos solemnes como eso: “El deporte no puede ser una isla independiente de lo que sucede en el mundo real”. El gobierno ha anunciado un embargo total de armas a Israel y ha instado a las organizaciones internacionales a vetar la presencia de equipos israelíes en las competiciones, tal como sucedió con Rusia. El clima es de máxima tensión diplomática, con la ciudadanía española convertida, según las palabras del ejecutivo, en “la conciencia de Europa”.

Pronósticos: ¿España jugará la Copa Mundial 2026?

En este punto, la pregunta de Million es si España realmente renunciará a la Copa del Mundo si Israel está clasificado. Las casas de apuestas, siempre atentas al pulso actual, han comenzado a ajustar las tarifas debido a la posibilidad de una disminución de última hora. Sin embargo, la decisión final dependerá de varios factores:

El resultado de las clasificaciones: Israel aún debe certificar su presencia en el torneo. Presión internacional: la FIFA podría mediar para evitar un boicot de grandes selecciones. El debate interno en el gobierno y en la sociedad española, que permanece polarizado y sin una mayoría clara a favor del veto.

Para lo más escéptico, todo esto sigue siendo una linterna política con pequeña gira. Para los más convencidos, es una oportunidad para que España lidere una causa justa en el deporte mundial. El resultado? Imposible de predecir, aunque los bares ya se escuchan de apuestas de todo tipo y del comentario sarcástico ocasional: “Si no vamos a la Copa del Mundo, al menos nos ahorramos otro lote de penalización”.

Curiosidades de un debate sin precedentes

España solo carece de una fase final de la Copa Mundial desde 1978: Argentina 1978. En 2010, el equipo español conquistó su único título de la Copa Mundial en Sudáfrica. La FIFA, en caso de interferencia política, puede suspender una Federación Nacional, como sucedió con Nigeria en 2014. Los “Cinco Grandes” de Eurovisión nunca se habían retirado a un país por razones políticas hasta este año. El conflicto entre el deporte y la política ha tenido precedentes. Moscú Olympic Boicot 1980. Las tarifas de las casas de apuestas internacionales han sufrido ligeras variaciones después del anuncio del gobierno español. La decisión sobre la presencia de Israel en Eurovisión 2026 se tomará en una reunión clave en diciembre. La última vez que España estuvo ausente de Eurovisión fue en 1961. Según las encuestas recientes, la sociedad española se divide sobre el uso del deporte como una herramienta de presión internacional #SINASPAÑAHAYMUNDIAL ha sido un tema de tendencia desde la filtración del posible boicot.

En el tablero deportivo internacional, España juega mucho más que un juego: su papel se juega como un actor global en un mundo donde la línea entre el césped y la diplomacia es cada vez más difusa.

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