Los amantes del fitness siempre han explorado nuevas formas de alcanzar sus objetivos, ya sea aprendiendo nuevos tipos de ejercicios o integrando mejores técnicas o equipos en su rutina de ejercicios. Si bien incorporar proteínas en la dieta y usar IA para hacer un plan de entrenamiento hiperpersonalizado definitivamente funcionó para algunos, hay una razón por la que estas rutinas y técnicas fueron las más populares este año.
Los entrenamientos con realidad virtual se pusieron muy de moda este año. Fotos/iStock
Entrenamientos de realidad virtual
Su actividad muscular diaria ahora es inmersiva: los equipos de realidad virtual, como auriculares y controladores de movimiento, ahora brindan a sus usuarios una experiencia de fitness ludificada. A través de este estilo, las personas participan en juegos como boxeo, baile, juegos de ritmo y hacen ejercicio mientras lo hacen. Aplicaciones como Supernatural y FitXR son algunas aplicaciones que brindan a sus usuarios la experiencia de entrenamiento en realidad virtual.
Las estocadas con sacos de arena son parte de la rutina de Hyrox. Foto/iStock
La increíble carrera de fitness
Hyrox es un desafío de acondicionamiento físico que incluye correr 8 km, combinado con ocho entrenamientos funcionales como esquí ergio, empujar/tirar de trineo, saltos de longitud burpee, remo, transporte de granjero, estocadas con sacos de arena y pelotas de pared. Todas estas actividades físicas se realizan en una secuencia establecida y el objetivo es terminar lo más rápido posible. Desarrolla fuerza, resistencia y resistencia.
Centrándose en la funcionalidad
Cada rutina que hagas debe traducirse en facilitar algunas acciones de la vida real: este es el mantra del fitness funcional. Los entrenamientos de fitness funcional se centran en movimientos y actividades de la vida cotidiana que las personas pueden necesitar fuerza para realizar. Por ejemplo, practicar algunas series de la caminata del granjero, con pesas en cada mano, puede ayudarlo a prepararse para cargar baldes de agua u otros objetos pesados.
¿La mejor parte? También se puede agregar a cualquier entrenamiento, incluidas las rutinas extremadamente cortas.
Movimiento consciente
No todos los entrenamientos tienen que ver con el ajetreo. Mucha gente ha pasado a tener técnicas de atención plena en sus rutinas. Estas incluyen técnicas como Tai Chi y meditación caminando. Esto asegura que uno sea más consciente de su cuerpo, mientras desarrolla la fuerza física sin riesgos de lesiones externas.
Levantando la barra
Los entrenamientos con barra emplean una combinación de ballet, pilates, yoga y entrenamiento de fuerza. Es una rutina de ejercicios de resistencia muscular para todo el cuerpo que se divide en varias secciones. Estas secciones se centran en el core, los brazos, las piernas y los glúteos. Por lo tanto, no sólo genera fuerza, sino que también agrega flexibilidad y agilidad. Además, también fortalece el suelo pélvico y aumenta la resistencia.
Rutina súper HIIT
Los entrenamientos en intervalos de alta intensidad (HIIT) son cada vez más populares. Como sugiere el nombre, hay que esforzarse mucho, pero se pueden hacer en cualquier lugar. Tienes que esforzarte hasta el agotamiento, pero tómate un tiempo para descansar más tarde, lo que favorecerá mejor tu frecuencia cardíaca. Los intervalos HIIT deben estar entre el 85 y el 95 por ciento de su frecuencia cardíaca máxima, según una revisión de 2019 en el World Journal of Cardiology. Puedes quemar calorías durante y después del entrenamiento.
Algo de dolor, mucha ganancia
Si ha seguido a muchos influencers del fitness en línea, debe haber oído hablar del cardio de Zona 2, en el que uno se enfoca en mantener una frecuencia cardíaca del 60 al 70 por ciento de su frecuencia cardíaca máxima. A lo largo del entrenamiento, esto asegura una intensidad de ligera a moderada. Para ello, primero se supone que debes determinar tu frecuencia cardíaca y luego comenzar a hacer ejercicio y mantener una intensidad adecuada mientras la controlas. Ejercicios como caminar a paso ligero, andar en bicicleta de manera constante y nadar pueden permitirle mantener el ritmo cardíaco requerido sin demasiada tensión. Los beneficios de este entrenamiento incluyen mantener mejores niveles de aptitud cardiovascular, así como quemar grasa.









