Foto del presidente autoritario de Venezuela, Nicolas Maduro, de Gabriela Oraa/AFP a través de Getty Images
Según los informes, el gobierno brasileño discutió la evacuación de altos funcionarios en el régimen venezolano a medida que Estados Unidos aumenta la presión militar con el despliegue de buques de guerra fuera de su costa, según un nuevo informe.
Defesanet de salida brasileña detallado que los altos funcionarios de ambos países se reunieron al margen de una cumbre CELAC en Colombia la semana pasada. Apodado “Operación Imeri”, tuvo lugar entre el ministro de Relaciones Exteriores brasileño, Mauro Vieira y la homólogo venezolano, Yvan Gil.
El outlet señaló que discutieron oficialmente la cooperación fronteriza y la integración económica, pero extraoficialmente plantearon la posibilidad de evacuar a los principales funcionarios venezolanos al vecino sudamericano para evitar que el Comando del Sur de EE. UU.
Según los informes, el plan incluye dos planes alternativos: uno implica la movilización de una docena de activos navales y aéreos de la Armada brasileña, que sería respaldada por una unidad de operación especial para establecer un corredor de evacuación marítima. La operación podría considerarse un ejercicio militar para evitar la necesidad de la aprobación del Congreso.
El otro implica una infiltración aérea, que llevaría una unidad de operaciones especiales para extraer el liderazgo venezolano y volarlos de regreso a Brasil en un avión de carga. El avión ni siquiera se detendría por completo, permitiendo una extracción rápida de Maduro y sus aliados más cercanos. El presidente autoritario sería llevado a una instalación protegida bajo vigilancia brasileña.
Mientras tanto, Venezuela anunció el despliegue de buques de guerra a su costa. Ministro de Defensa Vladimir Padrino López también dicho También habría un despliegue “significativo” de drones, así como “embarcaciones más grandes más al norte en nuestras aguas territoriales”.
El país también ha enviado una carta a la ONU pidiendo su apoyo sobre lo que describió como “amenazas continuas” de los Estados Unidos.
Yvan Gil dio la carta a Gianluca Rampolla, oficial de la ONU en el país sudamericano. Afirma que el país “denuncia firmemente el despliegue, que es una grave amenaza para la paz y la seguridad en la región”.
“La presencia de un submarino ofensivo en América Latina y el Caribe contradice el compromiso histórico de nuestras naciones con el desarmador y la resolución pacífica de las disputas, y representa un claro acto de intimidación que está en contra de la carta y el espíritu de la Carta de la ONU”, agrega la carta.
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