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Duro y en la cabeza.
Ni la cánula de verano ni los discursos triunfalistas han hecho que el último informe del grupo de estados contra la corrupción (Greco) pase desapercibido en Madrid.
Por el contrario, el documento publicado el 1 de agosto para este organismo que depende del Consejo de Europa se ha puesto bajo los focos, con inusual crudeza, tanto el presidente Pedro Sánchez como tres de sus ministros.
El europeo harto del ritmo, o más bien, la ausencia de ritmo, de las reformas anti -corrupción en España no es nueva, pero esta vez la reprimenda llega con nombres y apellidos, y con un rosario de advertencias que difícilmente se pueden cruzar de la retoria diplomática.
El informe no solo pone en duda la voluntad política del ejecutivo del esposo de Begoña para cumplir con las 19 recomendaciones fundamentales que Greco ha estado formulando desde 2019; También enfatiza que, a pesar de los repetidos avisos, España todavía cumple completamente cualquiera de ellos.
De hecho, el texto oficial habla sin ambigüedad de “falta de acción decisiva” y “ausencia de resultados tangibles” en temas tan delicados como los mencionados, la regulación del vestíbulo o las puertas giratorias.
Algunas recomendaciones que caen en la bolsa rota
Desde 2019, Greco Hammer al gobierno español con una lista precisa: 19 recomendaciones para proteger a las instituciones contra los riesgos de corrupción. Estas son medidas concretas: limiten los menciones, regule la transparencia de los asesores gubernamentales, controlen las puertas rotativas entre el sector público y privado o refuerzan la independencia y los medios de la Oficina de Conflictos de Intereses. Sin embargo:
Ninguna recomendación se ha cumplido completamente; Tres todavía no se acercan en absoluto y otros dieciséis solo avanzan “parcialmente”. La regulación de los lobbies todavía está pendiente a pesar de las repetidas promesas; La ley está empantanada en la fase parlamentaria y aún no se obliga a publicar agendas o reuniones relevantes. El Consejo lamenta que solo algo se haya avanzado en entidades autónomas. La transparencia en los asesores no despega: más de 900 asesores todavía no tienen una rendición pública clara sobre sus funciones o remuneración. El informe en sí cita el caso del jefe del gabinete Oscar López, quien debería haber aprobado controles para asesores en los primeros meses de 2025 … y nada.
El plan de acción para la democracia y la futura ley de administración abierta se mencionan como signos positivos … pero aún están lejos de materializarse en cambios reales. Es decir: proyectos anunciados, borradores de textos y buenas intenciones no son suficientes para convencer a Greco u otros socios europeos.
Ministros indicados y un Moncloa acorralado
El Varapalo internacional indica directamente al núcleo duro del gobierno: además del presidente Sánchez, los ministros Félix Bolaños (Presidencia), Fernando Grande-Marlaska (Interior) y Pilar Llop (Justicia) se mencionan por su responsabilidad política. Son los gerentes directos, por el área de competencia, de cumplimiento o no complemento con recomendaciones europeas.
La reacción oficial ha oscilado entre lo malo disfrazado y un discurso optimista sobre “avances parciales”. Desde la presidencia se insiste en que España “avanza” en 16 recomendaciones e incluso enfatiza que la situación hereditaria fue peor después de dos legislaturas anteriores de “inacción”. Sin embargo, el informe en sí mismo desmonta esa historia: reconoce algún progreso legislativo, pero lamenta explícitamente que ninguno haya traducido aún en reformas efectivas o resultados medibles.
Las críticas van más allá: el Greco denuncia que “la falta de acción institucional implica institucionalizar la corrupción por pasiva”, una frase devastadora que ha enfrentado la fortuna entre los partidos de oposición y los titulares periodísticos en estos días.
El Havezgo del Consejo de Europa: la paciencia exigió
No es un accidente que el Secretario General del Consejo, Alain Berset, haya enviado una carta personal al Ministro Albares que exige “acciones específicas” para lograr avances “tangibles” antes del verano de 2026. En Estrasburgo, una percepción clara ya está en las conexiones familiares en el entorno presidencial.
La sensación no solo es política sino también social. Entre los bastidores, se reconoce una cierta fatiga europea antes de lo que muchos consideran excusas repetidas:
Promesas legislativas sin una cierta fecha. Proyecto eterno sin procesamiento definitivo. Medios cosméticos para contenido titulares internacionales … pero sin alterar los saldos reales de poder.
Mientras tanto, España mantiene su posición rezagada con respecto a otros países europeos que han implementado muchas, o incluso, las recomendaciones anti -corrupción requeridas por Greco durante años.
Consecuencias políticas e institucionales
La publicación del informe ha causado un terremoto político inmediato:
La oposición ha solicitado la aparición urgente del ministro Bolaños que explique al Congreso las razones reales por las cuales el ejecutivo ha ignorado las demandas europeas durante años. Los grupos parlamentarios solicitan revisar el sistema actual de asesores, más numerosos incluso en legislaturas anteriores, e implementar controles efectivos sobre su acceso y funciones. Posiciones altas (puertas giratorias), así como límites estrictos para cortar.
Además, se abre un nuevo frente de reputación internacional: España corre un riesgo real de ser incluido como un país reacio a combatir efectivamente la corrupción institucional justo cuando Bruselas endurece su vigilancia sobre los fondos europeos y la gobernanza democrática.
Curiosidades y datos llamativos
España tiene una de las mayores proporciones de asesores políticos con respecto a los funcionarios públicos entre los grandes países europeos. Greco ha estado reiterando exactamente las mismas demandas desde 2019; Algunos expertos ya llaman a sus informes sobre España como “el día de la Marmota” institucional. El término “antes mencionado”, como peculiarmente español, sigue siendo un misterio legal para gran parte del resto de Europa occidental. En 2025, solo tres países miembros continúan acumulando tantas violaciones como España de acuerdo con las tablas comparativas internas del propio Consejo.
Por lo tanto, mientras la política del país debate si todo esto es el ruido de los medios o un toque serio de atención internacional, lo único seguro es que Estrasburgo continuará mirando con lupa, o cada siesta legislativa, desde ahora hasta el próximo verano.