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Tiene costo, pero todo viene.
La política española regresa a vivir una de esas tormentas perfectas que combinan la opacidad, las demandas judiciales y las sospechas de corrupción.
Pedro Sánchez, esposo de Begoña, hermano del músico Azagra y presidente del gobierno, ha enfrentado una presión creciente durante semanas para aclarar quién lo ha acompañado en sus desplazamientos a bordo del Halcón, el avión oficial que se ha convertido en un símbolo involuntario de excesos, y, según algunas, de las contradicciones, de la potencia ejecutiva.
Ahora, una resolución del Consejo de Transparencia lo obliga a revelar la lista completa de pasajeros en 122 vuelos realizados entre 2022 y 2023, después de que Moncloa se ha negado sistemáticamente a proporcionar esa información e incluso ha descrito la solicitud como “abusiva”.
El asunto no es trivial: la controversia se ve agravada por las sospechas de que algunos protagonistas de los marcos de corrupción han podido compartir un asiento con el presidente. La sombra de casos como el “caso Koldo”, que involucra a empresarios y antiguas posiciones socialistas altas investigadas por comisiones irregulares, planea estos vuelos.
Viajes coincidentes con actos del PSOE y desplazamientos con destinos tan variados como Marruecos, Bruselas, Egipto, Estados Unidos o la República Dominicana, este último país, escenario recurrente en investigaciones policiales sobre supuestas operaciones opacas.
La presidencia resiste el escrutinio: opacidad y litigio
Lejos de limpiar dudas, el Ministerio de Presidencia ha erigido un muro burocrático y judicial para evitar la identidad de los compañeros. Su argumento: que revelar los nombres implica una interferencia “abusiva” en la privacidad del presidente y su entorno. Sin embargo, el Consejo de Transparencia tiene mentira que afirma: “El acceso a la información sobre los viajes oficiales contribuye al control efectivo de la actividad pública”, dice la resolución 2025-0765, instando a Moncloa a entregar la lista con la fecha y el destino de cada desplazamiento.
La respuesta oficial sigue siendo breve y no muy esclarecedora: solo se refieren al calendario institucional publicado en el sitio web oficial, donde ni siquiera hay la fecha de devolución exacta o la razón detallada del viaje. Además, Moncloa niega que Begoña Gómez, esposa del presidente, haya utilizado el Halcón con fines privados o sin estar presente Sánchez; Sin embargo, las dudas no se disipan entre la opinión pública o entre los grupos parlamentarios más críticos.
El uso intensivo del Halcón se ha convertido en una marca registrada del actual presidente. En solo cinco años a la cabeza del ejecutivo, Pedro Sánchez ha realizado 582 vuelos oficiales, que es equivalente a, según los cálculos periodísticos, para viajar más de 808,000 kilómetros, el equivalente a dar 20 turnos completos al mundo. El propio Falcon ha cruzado los cielos nacionales e internacionales casi por igual; Muchos viajes han coincidido con manifestaciones estrictamente partidistas o actos del PSOE dentro de España.
En este contexto, un problema tan incómodo como surge pertinente: ¿dónde termina la agenda institucional y dónde comienza el interés personal o partidista? Desde 2018, en el que Sánchez estrenó su posición con un controvertido viaje familiar a Castellón coronado con su presencia en un concierto musical, la línea divisoria parece cada vez más difusa.
Investigación de la República Dominicana y la Policía
Uno de los destinos más llamativos es la República Dominicana. Según investigaciones recientes, los agentes especializados analizan ambos movimientos bancarios relacionados con parcelas corruptas y los registros técnicos de los vuelos de Falcon. Los empresarios bajo sospecha han reconocido haber visto “muchas veces” estacionaron el avión presidencial español en Santo Domingo. Oficialmente, esta frecuencia se atribuye a razones logísticas (mantenimiento aeronáutico), pero la verdad es que el UCO (Unidad Operativa Central) ahora revisa los roles completos de la tripulación y el paso para identificar posibles conexiones con las redes investigadas.
Paralelamente, desde el Ministerio de Defensa se mata que estos aterrizajes son meras escalas técnicas; Sin embargo, la oposición insiste en exigir claridad a la posibilidad, no demostrada pero negada, que las figuras centrales en los gráficos corruptos han volado al lado del presidente o su entorno más cercano.
La cultura política de Falcon: entre lo simbólico y lo práctico
España no es ajeno al uso controvertido de los medios oficiales para fines personales o partidistas. Sin embargo, hasta ahora un presidente había acumulado tales viajes o había mostrado tanta resistencia para explicarlo. El debate trasciende lo anecdótico y toca lo sistémico: ¿debería un líder elegido democráticamente proteger los detalles sobre sus compañeros cuando hay sospechas fundadas? ¿O la ley ciudadana pesa más para controlar el uso de los recursos públicos?
La situación recuerda a veces que el viejo máximo se atribuye al propio Sánchez cuando era un líder de la oposición: “El perdón en la política no es suficiente. Debemos asumir responsabilidades”. Hoy muchos afirman aplicar ese mismo principio ante sus propios escándalos.
Curiosidades y datos llamativos
El Halcón asignado a la Presidencia siempre tiene un “papel técnico” en el que se registra el nombre y el apellido tanto del pasaje como del personal militar actual; Acceder a esa lista requiere autorización expresa. La primera vez que Pedro Sánchez usó el Halcón fue mudarse con su esposa Begoña Gómez a Castellón … ¡para asistir juntos a un concierto! Eso ya marcó una tendencia. Si bien las críticas crecen más que algunos aviones privados (a pesar de su propuesta de gravar a la última fiscal), Moncloa insiste en no pagar un euro al Ministerio de Defensa para cada vuelo. Los registros oficiales no distinguen entre viajes institucionales y desplazamientos directamente vinculados a los actos internos del PSOE. El registro personal: más vuelos realizados dentro del Territorio Nacional dentro del Territorio Nacional. Rallyes electorales o eventos partidistas que estrictamente misiones internacionales diplomáticas.
Mientras tanto, España ayuda a aturdidas, y algo divertido, al despliegue de aire presidencial más intenso desde tiempos inmemoriales. Si un día Pedro Sánchez decide escribir sus memorias, probablemente dedica un capítulo completo al Halcón … aunque puede preferir hacerlo desde las alturas.