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El mercado nunca perdona la complacencia, incluso cuando se trata de empresas que, como Novo Nordisk, han tocado la cima. Hace solo dos años, el fabricante danés de Ozempic y Wogovy desequilibrio LVMH como la empresa más valiosa de Europa.
Su éxito se consolidó en la revolución de los medicamentos GLP-1, que prometió ser la solución definitiva para la obesidad y la diabetes.
Sin embargo, en los últimos doce meses, Novo Nordisk ha sufrido un colapso del 60% en su precio, arrastrando con él la euforia de la “fiebre mundial de los medicamentos milagrosos para perder peso” y sembrar dudas sobre la sostenibilidad de este segmento.
El desencadenante de esta debacle ha sido la escalada de la competencia, especialmente de los Estados Unidos, con Eli Lilly como el principal rival, y la entrada de nuevos actores en un mercado que se ha vuelto mucho más agresivo y orientado al consumidor.
El reciente anuncio del despido de 9,000 empleados (11% de la fuerza laboral), la congelación de la contratación y un ambicioso plan de ahorro de 1.300 millones de dólares a 2026 son la respuesta de Novo Nordisk a una presión que amenaza con la erosión aún más sus márgenes y participación en el mercado.
Contexto de la fiebre por las drogas adelgazadas
La narración de los últimos años en el sector de la salud ha estado dominada por la aparición de medicamentos como Ozempic y Wogovy, que han transformado tanto la percepción social de la obesidad como las expectativas de crecimiento de la industria farmacéutica. El volumen de ventas de Novo Nordisk creció un 18% en el segundo trimestre del año, con una ganancia neta superior a 7,4 mil millones de euros. Sin embargo, estos datos, aunque positivos, no han logrado disipar el pesimismo del mercado de valores: los inversores ya descartan una desaceleración y anticipan un futuro menos flotante antes del auge de las alternativas y la presión de los precios.
La competencia se ha intensificado en niveles no publicados. No solo Eli Lilly, sino que otros productos farmacéuticos están lanzando nuevos compuestos, obligando a Novo Nordisk a acelerar su I + D y repensar su estructura organizativa. El propio CEO, Mike Doustdar, reconoce: “Nuestros mercados están evolucionando, especialmente el de la obesidad, ya que se ha vuelto más competitivo y está más orientado al consumidor. Nuestra empresa también debe evolucionar”.
Impacto y lectura para IBEX 35 inversores
El colapso de Novo Nordisk ha servido como advertencia para el resto de los mercados de valores europeos, incluido IBEX 35, sobre la volatilidad inherente a los sectores que dependen de la innovación disruptiva y la regulación de la salud. Hoy, el 12 de septiembre de 2025, IBEX 35 permanece en un máximo de 15,321 puntos, después de un verano de aumentos promovidos por banca y grandes valores como Inditex, que ha avanzado un 9% en el último mes.
El selectivo español, que ha superado el 21% de la revaluación en lo que va del año, ha capitalizado el impulso del sector financiero, la resiliencia del consumo y la estabilidad política. Sin embargo, la situación de Novo Nordisk recuerda que ningún sector está exento de riesgos estructurales. Los valores como los grifols, también vinculados a la biotecnología y la salud, han experimentado episodios de volatilidad después de escándalos de reputación y revisiones de auditoría.
Recomendaciones concretas para inversores
Diversificar: la caída de Novo Nordisk subraya la necesidad de diversificación sectorial y geográfica. Los inversores no deben exceder los valores vinculados a los temas de moda, por disruptivos que sean. Mostrar fuerza en los bancos, servicios públicos y consumo, donde el crecimiento de los beneficios y la generación de cajas son sólidos. Empresas como Endesa han duplicado sus beneficios y mantienen políticas de dividendos atractivas.
El Novo Nordisk Mirror: ¿Burbuja en los “medicamentos milagrosos”?
El caso de Novo Nordisk ilustra cómo las expectativas pueden inflar burbujas en sectores donde la innovación es clave, pero el ciclo competitivo es corto. La fiebre para los medicamentos adelgazantes ha provocado una carrera para capturar la cuota de mercado, pero el aumento de la competencia y la presión de los precios ha devuelto a los inversores a la realidad.
El colapso de Novo Nordisk también invita a la precaución a las empresas que, después del crecimiento explosivo, pueden ver su ventaja competitiva en cuestión de meses erosionados. El mercado recompensa la innovación, pero penaliza severamente la complacencia y la falta de adaptación a los nuevos escenarios.
El IBEX 35 frente a la volatilidad global
El entorno macroeconómico sigue siendo favorable para el ingreso variable español, con pronósticos de crecimiento del PIB de 1.9% para 2025, impulsados por el turismo y el sector extranjero. Sin embargo, el consumo privado y la inversión empresarial deben recuperarse para mantener el dinamismo. La política monetaria, especialmente la disminución esperada de los tipos por parte de la Reserva Federal, ha dado aire a los mercados, pero la volatilidad internacional puede pasar rápidamente a los mercados de valores europeos.
El inversor en el IBEX 35 debe mantener una visión selectiva, priorizando a las empresas con saldos sólidos, generación de efectivo y capacidad de adaptación. El sector financiero español continúa liderando, pero es conveniente vigilar la evolución de sectores como el farmacéutico y el biotecnológico, donde los riesgos se han evidenciado después del caso de Novo Nordisk.
En resumen, la lección es clara: el mercado no tolera las debilidades en los modelos de negocio que dependen de una sola palanca de crecimiento. La diversificación, el análisis riguroso y la gestión de riesgos activos siguen siendo la mejor receta para navegar por un entorno de oportunidades y choques.