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El campeonato mundial de bolsas de esquí de Trondheim 2025 debería ser la consagración de Noruega como un poder indiscutible de la disciplina.
En cambio, el país escandinavo se ha convertido en un protagonista involuntario del mayor escándalo reciente del deporte blanco.
Hoy, 13 de agosto de 2025, la Federación Internacional de Ski (FIS) ha formalizado cargos contra cinco miembros clave del equipo noruego, entre ellos dos medallistas olímpicos, por la manipulación ilegal de los disfraces, un delito que amenaza directamente la esencia del salto: la búsqueda limpia del vuelo perfecto.
La trama se descubrió después de una investigación secreta y un video filtrado por una queja anónima, que mostró cómo los técnicos noruegos alteraron las demandas previamente aprobadas.
El objetivo era ampliarlos para mejorar la aerodinámica y, por lo tanto, permitir saltos más largos.
El FIS no fue largo en la reacción: suspendió preventivamente a los involucrados y confiscó los monos utilizados por el equipo anfitrión durante el evento de la Copa Mundial.
Noruega, conocida por su fuerte defensa del juego limpio, ahora ve cómo su reputación internacional se tambalea en una rampa helada.
¡Salto masivo de Johann Andre Forfang! 155.5 metros 🤯 Esta victoria significa mucho para él … 🥹#fisskijumping #skijumping #skijumpingfamily pic.twitter.com/hnnkyulbii
– Viessmann Fis Ski Jumping World Cup (@fisskijumping) 3 de febrero de 2024
¿Quiénes son los acusados y qué dicen el FIS?
La lista de acusados incluye nombres ilustre y figuras técnicas esenciales:
Magnus Brevik (entrenador jefe) Thomas Lobben (entrenador asistente) Adrian Livernten (responsable del material) Marius Lindvik (Campeón Olímpico y Mundial) Johann André Forfang (Medalista Olímpico)
Todos ellos enfrentan cargos por violar tanto el Código Universal de FIS de ética como las normas específicas para evitar la manipulación de las competiciones deportivas. Después del informe presentado por la Oficina Independiente de Ética y Cumplimiento, el caso ahora pasa al Comité de Ética de FIS, que debe decidir si hubo una infracción grave.
El proceso no es menor: un panel independiente estudiará las pruebas, se comunicará con las partes involucradas y podría llamar a las audiencias antes de emitir un veredicto. Por el momento, ningún otro miembro del equipo noruego o federativo ha sido acusado formalmente, cerrando así la investigación a otros posibles actores secundarios.
Antecedentes: ¿Cómo llegó aquí?
El escándalo noruego no surge en el vacío. La obsesión con los materiales, especialmente los disfraces, ha sido históricamente una zona gris en el salto de esquí. Las reglas son estrictas: los monos deben ajustarse milimétricamente al cuerpo del atleta; Cualquier exceso se traduce en un mayor soporte y ventaja injusta.
En Trondheim, la controversia explotó después de que Lindvik y Forfang fueron descalificados en la gran prueba de trampolín, pocos días después de que Lindvik fuera proclamado campeón mundial en el trampolín normal. Aunque ambos negaron conocer las alteraciones, las confesiones públicas del entrenador Brevik y el gerente Liviveten, admitiendo que “fueron llevados” y que fue un “error inaceptable”, han hecho poco para calmar los espíritus.
El escándalo recuerda a otros episodios vergonzosos en deportes como el dopaje de natación o el fútbol. La diferencia es que aquí la “trampa” afectó a uno de los símbolos nacionales noruegos, que ha generado una ola de indignación apenas comparable.
Impacto actual y pronósticos para el futuro inmediato
El mundo del salto vive horas inciertas. Los dos saltadores de estrellas permanecen suspendidos y pueden no competir incluso en las próximas pruebas puntuales para la Copa Mundial o en los eventos de clasificación para los Juegos Olímpicos. Las casas de apuestas han reaccionado rápidamente: Noruega ha pasado instantáneamente de la favorita absoluta a Mera Comparsa en las piscinas, mientras que equipos rivales como Alemania, Austria o Eslovenia ganan enteros frente a la posible ausencia prolongada del bloque nórdico.
A nivel institucional, el FIS trata de reconstruir su credibilidad con mensajes agudos sobre tolerancia cero contra cualquier forma de manipulación. Sin embargo, muchos expertos dudan de si este caso es solo la punta del iceberg o si otros equipos han encontrado formas más sofisticadas, y menos detectables, para obtener centímetros vitales.
En un Código Nacional de Noruega, el golpe es devastador: patrocinadores inquietos, un público dividido entre decepción y nacionalismo herido, y una prensa deportiva local que ya habla de “la mayor crisis ética” ya que hay registros modernos.
Curiosidades sobre el caso y sus protagonistas
Los trajes alterados incluyeron microchips aprobados para evitar manipulaciones; Sin embargo, se descubrió que algunas costuras eran reversibles y se les permitía modificar los minutos de ajuste antes del control oficial. El video incriminatorio fue grabado después de una cortina por un miembro anónimo del personal técnico noruego alimentado con irónicos con consignas como “¡Más aire, menos trampa!” Durante las competiciones internacionales. El tantante Lindvik como Forfang había protagonizado campañas públicas contra el dopaje tecnológico solo unas semanas antes del escándalo. En las redes sociales, una parodia viral circula donde un jersey despega … con alas de caída bajo su mono.
El salto perfecto sigue siendo una utopía; Hacerlo dentro de las reglas parece más difícil que nunca.