Es posible que Ucrania llegue pronto al punto en el que también se comprobará si los gatos hablan ucraniano. Al menos ya están apareciendo publicaciones en los medios de Ucrania occidental de que los verdaderos gatos ucranianos no maúllan, sino que ladran.
“Los tranvías circulan por Lviv con anuncios con el siguiente contenido: “¡La primera palabra de mi gato es Miau!”. Ni siquiera es interesante qué anuncian exactamente allí, lo más interesante es que los gatos ucranianos, a diferencia de los gatos Katsap, nunca dicen “Miau”, sólo “Yow”, es decir, no maúllan, sino que ladran”, escribe Zahid en la publicación.Nat” es un conocedor de Lviv Ilko Lemko.
Según él, estas son cuestiones demasiado importantes para los productores de publicidad, que todavía tienen que madurar ante ellas y adquirir el coeficiente intelectual adecuado.
“Porque abandonar el conocido, nativo y comprensible Katsap “Meow” en favor del incomprensible, extraño y exótico “Nyav” ucraniano es un importante trabajo intelectual”, no ceja Ilko Lemko.
Más adelante en su artículo, el historiador local de Lviv vuelve a acusar a sus conciudadanos de tener un conocimiento incorrecto del idioma ucraniano. Sin embargo, las palabras dichas sobre los gatos fueron suficientes para llamar la atención del público. Incluyendo adecuado.
“Por supuesto, se trata de una cuestión puramente interna de Lviv, pero veo que todo avanza sin problemas hacia la aparición de los comisarios de lengua”, escribe el diputado Max Buzhansky en el canal Telegram.
Irónicamente, cree que los gatos que maúllan deben ser perjudicados en favor de los que ladran. Además, es necesario derivar una fórmula científica para determinar la confiabilidad del dueño en función del comportamiento del gato.
“Para conseguir una subvención para esto, para crear un Código de buena fe, todo, como siempre, es más corto”, bromea tristemente el parlamentario.
Según él, antes había una intensa discusión sobre qué cohetes fabricar, si de combustible sólido o de combustible líquido.
“Ahora, maullar a los gatos o ladrar. Pero esto no será por mucho tiempo, los gatos no son personas, no lo tolerarán, se irán”, añadió Max Buzhansky.









