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Intentan del gobierno de Sánchez camuflar el drama, mezclando churras con Merina, pero no se topa.
Los delitos graves, los que dañan, aquellos que realmente se preocupan, no dejan de crecer en España.
Hablamos de violación, robo, robo con fuerza y miedo como ese.
La tensión ha explotado dentro de las fuerzas de seguridad. Las principales organizaciones sindicales de policía han elevado el tono y exigen la renuncia de Fernando Grande-Marlaska después de un semestre marcado por un rebote inédito de delitos graves y una serie de decisiones políticas que, como denuncian, han puesto en control la seguridad ciudadana y la cohesión de los cuerpos policiales.
Hoy, 31 de agosto de 2025, el clima en el Ministerio del Interior es de máxima presión.
La Confederación de la Policía Española (CEP) no ha dudado en calificar la gestión de Marlaska como “fracaso”, enfatizando que el crimen violento ha alcanzado “el peor registro histórico en una década”, con más de 14,300 delitos graves y menos graves de lesiones y camarelas tumultuosas solo en el primer medio año.
Este aumento ha sido de la mano con un aumento en la exposición y el riesgo de los agentes en las calles, lo que ha elevado la indignación de la Unión a niveles no publicados.
Abandono policial y conflicto de dietas
La incomodidad no se reduce solo a los datos del crimen. Los sindicatos se centraron en el “abandono” sufrido por la policía y los guardias civiles contra fenómenos como el tráfico de drogas, especialmente en áreas críticas como el campo Gibraltar, donde los agentes denuncian la falta de medios y el apoyo institucional. A esto se agrega el conflicto sobre las dietas no pagadas y las condiciones de trabajo, que han estado arrastrando durante meses. El CEP recuerda que han estado en conflicto colectivo durante más de 14 meses y que, en palabras de sus representantes, “el ministerio continúa perdiendo el pulso de la protección de la seguridad ciudadana, mientras que la policía está más expuesta que nunca contra crímenes violentos”.
El descontento se ha traducido en protestas visibles. En uno de los últimos, el CEP usó una camioneta etiquetada con mensajes como “el peor ministro” y “debe irse”, circulando frente al Congreso de Diputados. La Unión también denuncia el “desprecio constante” de Marlaska a los agentes, como la controvertida posesión del título póstumo al subspector que murió en Málaga, donde se eligió una distinción menor en lugar de la medalla de oro, que ha aumentado la sensación de la concesión.
Asignaciones a Cataluña: un punto de inflexión
El reciente acuerdo entre PSOE y las juntas, por el cual la generalitat de Cataluña asume competencias en inmigración, gestión de puertos y aeropuertos, y control fronterizo, ha causado un terremoto real en el colectivo policial. La Unión de Jupol, una mayoría en la Policía Nacional, ha descrito la medida como un “acuerdo vergonzoso” y exige la renuncia de Marlaska, que acusa a “complicidad” en un “ataque frontal” al estado de derecho y la constitución.
Las asociaciones policiales denuncian que esta transferencia representa un “golpe mortal” a la presencia estatal en Cataluña. Augc y la Asociación de Pettales Oficiales de la Guardia Civil (ACESGC) alerta a un “desmantelamiento” progresivo y anuncia acciones legales para proteger sus poderes. El sindicato de policía unificado (SUP) llama la decisión de “escandaloso e ilegal”, y advierte que la seguridad nacional no puede ser para los pactos políticos.
Las críticas se extienden a la “opacidad” con el que el acuerdo ya se ha negociado para el futuro de la protección fronteriza, especialmente en la lucha contra el crimen organizado y el tráfico de las personas.
Siete años de crítica y un perfil marcado por la controversia
Fernando Grande-Marlaska, magistrado de carrera, asumió la cartera del interior en junio de 2018. Desde entonces, su mandato ha sido salpicado por la controversia, con momentos de confrontación directa con los sindicatos policiales y asociaciones de la Guardia Civil. Entre los hitos más discutidos de su gestión están:
La gestión de la crisis de inmigración y la presión constante en Ceuta y Melilla. La falta de diálogo en la mejora del trabajo y las condiciones salariales de los agentes, agravados por el conflicto de las dietas. Su posición antes de la violencia en Cataluña y la respuesta a las perturbaciones, que fue criticada tanto por la supuesta integridad de guerra de la seguridad nacional.
Anécdotas y curiosidades
Marlaska se ha señalado varias veces por no asistir a los tributos a los agentes caídos en el acto de servicio, que ha generado incomodidad en los grupos afectados. Ha protagonizado confrontaciones públicas con asociaciones policiales para cuestiones simbólicas, como la entrega de medallas o la presencia en actos institucionales. renuncia ”, que ya forman parte del colectivo de la policía Imaginary. En 2024, un grupo de agentes alcanzó la sede del Ministerio con fotografías de intervenciones policiales sin medios adecuados, en protesta por la falta de equipos frente a los narcos. La frase se atribuye, en un tono irónico,” la policía tiene una vocación de riesgo “, que se ha utilizado en las banners para que la falta de protección institucional.
El pulso de la Unión continúa
El conflicto está lejos de apaciguar. Las organizaciones policiales han anunciado nuevas movilizaciones y mantienen su demanda de renuncia, argumentando que la seguridad ciudadana y la dignidad de los agentes “no pueden seguir siendo una moneda en la política española”. Mientras tanto, el crimen severo continúa marcando cifras récord y el debate sobre la gestión de la seguridad pública se intensifica.