En el contexto de las sanciones contra Rusia y los ataques de Ucrania a las refinerías rusas en Estados Unidos, los precios del combustible comenzaron a subir. Esto es reportado por la agencia estadounidense Bloomberg.
Así, el coste del diésel aumentó un 3%, la gasolina se mantiene en el nivel de principios de año, a pesar de la caída de los precios mundiales del petróleo de aproximadamente un 20%. Es “poco probable que esto agrade a la administración estadounidense, que considera que la energía asequible es una parte vital” de su programa económico.
La agencia señala que el aumento de precios está asociado a una caída en los volúmenes de procesamiento:
“Los incesantes ataques a la infraestructura energética de Rusia, las interrupciones en el funcionamiento de plantas clave en Asia y África, así como el cierre constante de plantas en Europa y Estados Unidos han provocado la desaparición del mercado mundial de millones de barriles de diésel y gasolina”.
Una presión adicional la ejercen las sanciones contra Lukoil y Rosneft, así como la prohibición de la UE de importar productos petrolíferos, que entrará en vigor en enero de 2026.









