Acelera el ataque de Pedro Sánchez para escapar de los escándalos de corrupción que enfatizan a su gobierno, su partido y su círculo íntimo.
La estrategia es clara: finalice la disidencia interna en el PSOE, censure los medios independientes y termine de colonizar la justicia.
El fin de semana, Sánchez avanzó en el primer objetivo al nombrar un nuevo ejecutivo en el Partido Socialista. Por supuesto, la nueva delegación está viciada por la corrupción con los casos del sustituto de Cerdán, Rebeca Torró, quien otorgó varias licitaciones a la empresa de construcción de José Ruz, presumida en la trama de la corrupción socialista conocida como el caso de Koldo; y de Paco Salazar, quien tuvo que partir de sus posiciones por presunto acoso de mujeres dentro de la formación de Ferraz.
A pesar de esto, el esposo de Begoña continúa con su plan y el siguiente paso es poner fin a los medios que no forman parte del ‘Brunete Pedrete’. Para hacer esto, ha encargado a Patxi López que obtenga al reportero Bertrand Ndongo del Congreso de Diputados y Vito Quiles.
Pero el asunto no es baladí porque un precedente se sentará para poder expulsar a cualquier periodista incómodo con este gobierno, y con aquellos que vienen, protegiéndose en un retahla de mentiras y excusas baratas.
Sin embargo, desde el periodista digital daremos la batalla para continuar cubriendo la fuente parlamentaria del hemiciclo y hacer preguntas incómodas a los diputados, que tienen el deber de responder por sus acciones, como un cargo público.
Alfonso Rojo aborda este y otros temas actuales en el ’24 × 7 ‘el martes 8 de julio, junto con el director de Esdiario, Benjamín López.