La cumbre anual de la OTAN abrió el martes en La Haya bajo una estricta seguridad, y los líderes de los Estados miembros esperan aprobar un objetivo de gasto de defensa propuesto del 5 por ciento del PIB.
La reunión de dos días se produce en medio de tensiones crecientes en el Medio Oriente, luego de un ataque aéreo estadounidense en las instalaciones nucleares de Irán. El gobierno holandés desplegó un sistema de defensa de varias capas, incluidos los aviones de combate F-35 y los sistemas de misiles Patriot, convirtiendo el lugar de la cumbre en una zona fortificada.
Antes de la cumbre, los 32 Estados miembros de la OTAN acordaron un objetivo propuesto para aumentar el gasto de defensa al 5 por ciento del PIB para 2035. El objetivo incluye 3.5 por ciento para gastos militares directos y 1.5 por ciento para inversiones relacionadas, como la infraestructura. La propuesta será presentada para su aprobación por parte de los jefes de estado y el gobierno en la cumbre.
Los países de Europa del Este han apoyado ampliamente el aumento, mientras que las divisiones permanecen. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dijo que Washington no estaría limitado por el objetivo del 5 por ciento, aunque instó a otros miembros a cumplir con sus compromisos. En el período previo a la cumbre, Según los informes, Trump consideró omitir el evento a presionar aliados.
Alemania, Francia y Gran Bretaña han enfatizado la autonomía de defensa y el continuo apoyo a Ucrania.
España, que se opuso al punto de referencia del 5 por ciento, acordó el borrador del Comunicado Ablandado, pero prometió no estar obligado por el objetivo, comprometiéndose en su lugar para mantener el gasto de defensa en el 2.1 por ciento del PIB.
La cumbre de este año marca una notable reducción de escala de la reunión de Washington del año pasado, tanto en duración como de sustancia. Con la atención de Estados Unidos desviada de Ucrania, el problema se ha deprimido significativamente: la agenda presenta menos artículos relacionados con Ucrania, y la reunión de líderes del Consejo de la OTAN-Ukraine, lo más destacado de la cumbre anterior, se ha eliminado por completo.
Del mismo modo, el compromiso de la OTAN con los socios del Indo-Pacífico ha cambiado de una reunión de líderes multilaterales a sesiones más pequeñas y cerradas entre el Secretario General de la OTAN y los representantes de los países relevantes.
También se espera que la cumbre aborde las consecuencias de la huelga estadounidense en Irán, que ha generado críticas internacionales. Algunos miembros de la OTAN instan a los esfuerzos diplomáticos a aliviar las tensiones, con discusiones que probablemente tocen el conflicto más amplio de Israel-Irán.