La semana se mudó en el territorio político.
El asesinato de Charlie Kirk, activista conservador cercano a Donald Trump, ha abierto un debate sobre la radicalización, la seguridad de los oradores y la impunidad de la violencia ideológica. Si bien las investigaciones apuntan a un tirador detenido y de custodia, no se puede ignorar que los ecos de esta tragedia también se sienten en Europa; ¿Qué pasaría si algo similar hubiera pasado aquí?
Por otro lado, el Batacazo parlamentario de la reducción de la jornada laboral, la propuesta de pasar de 40 a 37.5 horas por semana, supone no solo una derrota para Yolanda Díaz, sino una clara advertencia de los límites reales de este gobierno. PP, VOX y JUNTS rechazaron la iniciativa, lo que demuestra que no existe una mayoría o un consenso suficiente para las imposiciones laborales que hacen que los costos hagan la competitividad y pongan los modelos productivos de control ya requeridos. La utopía de una reducción general sin consecuencias palpables por salarios, empleo y carga comercial se estrella contra la realidad del Congreso.
Además, el caso de Begoña Gómez, en su cuarta aparición ante el juez Peinado, evidencia un enredo institucional peligroso para la credibilidad del ejecutivo. Gómez admite que su asesor hizo un “favor” en “ocasiones excepcionales”, como enviar un correo electrónico a una compañía patrocinadora de una silla que ella dirigió. Al mismo tiempo, la orden judicial para entregar todos sus correos electrónicos desde 2018 causa el rechazo de la oficina del fiscal, lo que lo considera desproporcionado y atento contra los derechos básicos. Este caso pone sobre la mesa cuestiones de ética, responsabilidad política y la necesidad urgente de delimitar claramente al público de lo privado.
Para analizar estos y otros temas, Rebeca Crespo revisa las noticias políticas del momento en una nueva edición de ‘La Frontera’.