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Las recientes confesiones de Ovidio Guzmán, hijo del mítico Joaquín “El Chapo” Guzmán, antes de que la justicia de los Estados Unidos haya colocado a México en una situación de máxima tensión. La noticia de su declaración de culpa en un tribunal federal en Chicago, formalizó el 30 de junio y se formalizará en la audiencia este 9 de julio, marca un punto de inflexión que podría cambiar para siempre la relación entre el narco y las estructuras del poder mexicano.
Este pacto judicial no es solo un acuerdo para evitar un juicio: es una bomba de relojería. Según los documentos presentados y filtrados a los medios, Ovidio Guzmán acordó cooperar con las autoridades estadounidenses a cambio de beneficios procesales. La Oficina del Fiscal de los Estados Unidos retiró las posiciones en Nueva York y se centró en Chicago, donde la sentencia está pendiente, pero lo que realmente mantiene al país en suspenso es lo que Guzmán podría revelar en los marcos ocultos entre el tráfico de drogas y otros sectores clave del país.
Un acuerdo que va mucho más allá del tráfico de drogas
El miedo no es infundado. Los términos exactos del acuerdo siguen siendo secretos, pero las señales son inequívocas:
En mayo, 17 miembros directos de la familia Guzmán recibieron permiso para ingresar a los Estados Unidos. El propio Ovidio busca ingresar al programa de testigos protegidos. El pacto incluye la posibilidad real de que se revelen las conexiones entre el cartel y las figuras relevantes de los campos políticos, financieros y deportivos mexicanos.
Todo indica que Ovidio Guzmán podría entregar información sobre cómo el Cartel de Sinaloa ha enfrentado redes complejas con actores institucionales y comerciales. Además, no se descarta que sus declaraciones involucren a otras facciones de delitos organizados como “Los Mayos” e incluso intermediarios internacionales.
Documentos clave: las piezas que se preocupan por el poder
En el Tribunal Federal del Distrito Norte de Illinois, una copia firmada por Ovid Guzmán, fechada el 30 de junio, donde reconoce su responsabilidad penal y acepta colaborar y acepta colaborar. Los documentos judiciales son claros: la colaboración tiene como objetivo abrir la investigación sobre las rutas de narcotráfico hacia los Estados Unidos, pero también sobre el flujo financiero ilícito y los posibles sobornos o acuerdos con funcionarios mexicanos.
Entre los elementos presentados se destacan:
Expresar reconocimiento de su papel como líder operativo en “Los Chapitos”. Relacionada detallada de los mecanismos para introducir fentanilo en los Estados Unidos.
El impacto potencial es enorme. Figuras públicas como el empresario Ricardo Salinas Pliego ya han retirado que si Ovid “canta”, más de uno en el domo político podría verse seriamente comprometido.
Reacción política: Sheinbaum y miedo por las fichas de dominó
La respuesta institucional no ha tomado. La presidenta elegida Claudia Sheinbaum ha demostrado su incomodidad ante la posibilidad de que el acuerdo entre los Estados Unidos y Ovid Guzmán descubra un complot incómodo para su administración. Ha criticado abiertamente la decisión estadounidense, cuestionando tanto el tratamiento otorgado al hijo de El Chapo como a la política estadounidense con respecto al terrorismo transnacional.
Sheinbaum no es el único preocupado. Aunque de Morena insiste en que “el que no debe nada de temor”, muchos analistas interpretan estas declaraciones como un reflejo de la nerviosidad que reina dentro del partido gobernante. Existe un temor real de que las confesiones puedan arrastrar directa o indirectamente vinculados nombres al sistema político mexicano actual.
México observa expectantes: posibles escenarios
La incertidumbre reina tanto en los círculos políticos como en el negocio y los deportes. Las confesiones podrían tener repercusiones inmediatas:
Investigaciones judiciales extendidas contra funcionarios activos o retirados. Activos financieros asociados con redes de carteles. Impacto reputacional para las instituciones deportivas Si se demuestra algún vínculo con operaciones ilícitas.
Además, existe preocupación por los próximos movimientos judiciales de los Estados Unidos. El gobierno estadounidense continúa considerando el Cartel de Sinaloa como una organización terrorista global, con recompensas millonarias incluso en vigor por otros fugitivos.
Un país pendiente de testimonio
Unos días después de la audiencia clave, México todavía está pendiente. Lo que sale a la luz después de las confesiones formales podría redefinir no solo la lucha contra Narco, sino también para exponer los mismos fundamentos del poder económico, político y deportivo nacional.
Las expectativas crecen: ¿Hasta dónde llegará el ovidio Guzmán? ¿Quién será indicado? ¿Cómo reaccionará el sistema mexicano a posibles revelaciones devastadoras? Nadie lo sabe aún con certeza, pero hoy más que nunca está claro que lo que comenzó como un acuerdo judicial puede terminar siendo una verdadera radiografía de Hidden México.









