Usama Abdul Karim
En un fallo histórico, la Corte Internacional de Justicia (ICI) ha declarado que los países están legalmente obligados a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y proteger el clima para las generaciones actuales y futuras. La decisión, descrita como uno de los momentos legales más importantes en la historia del clima, se produce después de años de presión de naciones vulnerables y activistas juveniles. “Este ya no es solo un problema político o moral, es un deber legal”, dijo el presidente de ICJ, Nawaf Salam, mientras leía la opinión de la corte frente a una sala de audiencias completa. “Los estados deben actuar para prevenir el daño ambiental que amenaza la vida humana, los ecosistemas y los derechos de las generaciones futuras”. Un mensaje legal poderoso, aunque las opiniones de asesoramiento del CIJ no son legalmente vinculantes, tienen una enorme influencia. Este fallo envía una señal clara a los gobiernos mundiales: no actuar sobre el cambio climático ahora podría verse como una violación del derecho internacional, incluidos los acuerdos de derechos humanos y los tratados ambientales. “Este es un punto de inflexión legal”, dijo el abogado internacional y negociador climático Dr. Farhana Yamin. “Los gobiernos no pueden retrasarse más. Tienen la responsabilidad legal de actuar, y este fallo deja en claro ese cristal”. Una campaña global dirigida por las líneas de primera línea que este caso no surgió durante la noche. Fue provocado por una audaz campaña dirigida por la Nación de la Isla del Pacífico de Vanuatu, apoyada por más de 130 países e inspirado por activistas estudiantiles de algunas de las regiones más afectadas por el clima del mundo. En 2023, la Asamblea General de las Naciones Unidas solicitó oficialmente a la CIJ su opinión sobre las responsabilidades legales de los países frente al cambio climático. Ese movimiento solo fue visto como innovador. “Para nosotros en el Pacífico, se trata de supervivencia”, dijo el primer ministro de Vanuatu, Ismael Kalsakau. “Podemos ser naciones pequeñas, pero este fallo demuestra que nuestras voces importan en el escenario mundial”. ¿Qué pasa después? Si bien el ICJ no puede hacer cumplir su fallo, es probable que la opinión influya en las políticas climáticas, los casos judiciales y las negociaciones internacionales en el futuro. Los abogados y los grupos ambientalistas dicen que podría usarse en los tribunales nacionales para presionar a los gobiernos para reducir las emisiones más rápido o responsabilizar a los contaminadores. Con la próxima cumbre climática importante, COP30, que tendrá lugar en Brasil, se espera que el fallo aumente las apuestas y empuje a los países más ricos a intensificar sus compromisos. “Esto da poder a la gente común que lucha por la justicia”, dijo Mariam Ahmed, una activista climática con sede en Karachi. “Cuando la corte más alta del mundo dice que tenemos derecho a un clima seguro, eso es enorme”. Un momento decisivo para muchos, la decisión del CIJ representa más que un hito legal: es un momento de esperanza. Desde comunidades afectadas por inundaciones en Pakistán hasta regiones afectadas por la sequía en África, millones ya viven con las duras realidades de un clima cambiante. Este fallo ofrece un nuevo tipo de protección, uno fundamentado no solo en ciencia o activismo, sino también en la ley. A medida que el mundo comienza a tomar el peso de este juicio, una cosa está clara: la justicia climática ya no es un eslogan. Se está convirtiendo en una realidad legal.