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Las llamas devoran el paisaje español como nunca antes. Hoy, el 16 de agosto de 2025, España acumula alrededor de 150,000 hectáreas quemadas solo este año, superando ampliamente los saldos anuales anteriores y duplicando el promedio habitual para estas fechas. En áreas como Zamora y Ourense, el desastre es capital: el fuego de la uña de Quintana ya ha destruido alrededor de 38,000 hectáreas, superando los registros del siglo XXI, mientras que en Chandrexa de Queixa, Galicia, más de 20.300 hectáreas se han perdido en uno de los accidentes más graves registrados en la comunidad.
En medio de esta catástrofe, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, dijo que “no está sobre la mesa declarar la emergencia nacional” por incendios. A pesar de la presión social y política, la respuesta institucional permanece en la fase previa a la emergencia del Plan Estatal de Emergencia General (FOLGEM), lo que implica la coordinación reforzada entre las administraciones, pero no implica intervención directa o la suposición total de control estatal sobre las comunidades autónomas afectadas.
Ola de calor, alerta de naranja y sevilla en rojo: cuando el clima juega con fuego
El calor abrasador ha puesto casi toda España el sábado: 30 provincias en Orange y Sevilla en rojo, según la agencia estatal de meteorología. La famosa “Regla 30” –Tematuras superiores a 30 ° C, vientos superiores a 30 km/humedad relativa de menos del 30%, se ha convertido en nuestro pan diario este verano. Estas condiciones extremas favorecen a cualquier chispa para transformarse rápidamente en un infierno incontrolado.
No es accidente que los incendios más devastadores coincidan con ondas de calor prolongadas y tormentas secas, fenómenos cada vez más frecuentes bajo el paraguas del cambio climático. La abundante vegetación debido al abandono rural y la falta de manejo forestal agrega combustible a una situación ya explosiva.
Evacuaciones masivas y movilidad interrumpida: carreteras cortadas y trenes desempleados
El drama no solo se mide en árboles calcinados. Miles de personas han tenido que dejar sus hogares a toda prisa; Solo en los últimos días, más de 5,000 evacuados han buscado refugio lejos del incesante avance del fuego. Las imágenes son sombrías: los vecinos que luchan contra las llamas con mangueras domésticas debido a la falta de recursos inmediatos, caminos principales como el A-52 y el N-525 recortados temporalmente, y los servicios ferroviarios suspendidos entre Madrid y Galicia, una parálisis de logística auténtica en el mes de vacaciones completas.
La cancelación del tráfico ferroviario ha dejado a cientos de viajeros varados, mientras que las brigadas del bosque luchan contra incendios difíciles de contener debido al cambio de viento y altas temperaturas persistentes.
Ecologismo sectario, pasividad política y debates ardientes (literalmente)
El debate público sobre causas y gestión no da tregua. Algunas opiniones han arremetido por lo que llaman un “ambientalismo sectario y tonto”, acusando a ciertos sectores de promover políticas ambientales mal aumentadas que favorecen el abandono rural o obstaculizan el trabajo preventivo como las quemaduras controladas. Esta visión argumenta que la protección excesiva puede convertirse en un peligro si no está acompañada de la gestión activa de la montaña.
Paralelamente, la crítica de que las acerbas apunten a lo que muchos consideran la “pasividad criminal” del gobierno dirigido por Pedro Sánchez. Las redes sociales herven con reproches en presuntas vacaciones idílicas, mientras que miles sufren el fuego: la imagen del esposo de Begoña Gómez que disfruta de la mentira en el marta se ha convertido en un meme nacional, aunque de Moncloa insisten en que las competencias autónomas limitan su margen de acción directo.
Coordinación nacional e internacional: brigadas aéreas europeas y ayuda
La respuesta institucional incluye refuerzos notables: hasta 10 aviones anfibios, 12 brigadas forestales, 14 helicópteros y unidades móviles especializadas han movilizado para apoyar a las comunidades autónomas más afectadas por los incendios. La Unión Europea ha enviado dos aviones de cisterna para colaborar en el trabajo de extinción.
El Comité de Coordinación y Dirección del Estado (CECOD) continúa evaluando la hora por tiempo. Mientras tanto, los técnicos de bosques advierten que lo peor podría ser si las condiciones climáticas no mejoran.
Curiosidades científicas sobre incendios forestales
La velocidad máxima registrada para el avance de la parte delantera de un incendio forestal puede exceder los 10 km/h, pero hay casos documentados en los que las ráfagas impulsan el fuego: los piñones cerrados (Pino Carrasco o Piñonero) solo se abren después de sufrir altas temperaturas, asegurando así la regeneración después del paso del fuego. Un hecho curioso: los helicópteros anti -capital pueden cargar hasta 4,500 litros por viaje; Canadair Aircraft excede los 6,000 litros. El fenómeno conocido como “tormenta ígnea” ocurre cuando varios focos cercanos generan tanto calor que crean corrientes ascendentes violentas incluso de producir rayos dentro del fuego.
Y para cerrar con una sonrisa entre cenizas: ¿Sabías que hay bomberos “voluntarios” entre la fauna? En Australia, se ha visto a las aves que causan pequeños incendios para asustar a la presa hacia las áreas abiertas … en España, afortunadamente nuestras aves prefieren los charcos antes de las llamas.
La ciencia continúa investigando cómo predecir mejor estos episodios devastadores y cómo hacer que cada verano español sea algo menos ardiente y mucho más soportable.