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Lo que nadie puede negar es que el esposo de Begoña ha hecho mérito.
Y que en España hay justicia digna de ese nombre, algo tiene que caer sobre él y gordo.
La política española de çla nunca ha sido adecuada para el cardíaco, pero rara vez los pasillos del Partido Socialista español han olido tanto a la pólvora como en las últimas semanas.
El famoso “horizonte criminal” de Pedro Sánchez ya no es solo un titular de Tertulia: es la preocupación central de los ministros, asesores e incluso el personal de la cafetería en la sede de Ferraz.
Todo apunta a un verano más caluroso que las aceras del centro de Madrid, con la verdadera amenaza de ver al presidente del gobierno para mirar el banco o, que es peor para el suyo, deja por la puerta trasera antes de agosto.
Las investigaciones judiciales sobre el entorno presidencial, con especial mención al esposo de Begoña Gómez, en el camino al procesamiento formal, han activado todas las alarmas.
No se trata solo de drama personal, sino del riesgo sistémico de un PSOE que ve cómo los casos judiciales se multiplican como gremlins húmedos.
El caso Begoña Gómez y el efecto dominó en Moncloa
El “caso de Begoña Gómez”, lejos del cierre, agrega capítulos como una telenovela venezolana. La esposa del presidente está siendo investigada por presuntas irregularidades relacionadas con premios públicos y relaciones con grandes compañías de tecnología. En los próximos días, empresas superiores como Google España, Indra y Telefónica serán convocadas al juez para inversiones vinculadas a un software relacionado con Gómez. La sombra del conflicto de intereses e influencia del vendedor es cada vez más alargado.
Pero la cosa no está ahí. El asedio judicial ya se extiende a otros miembros del clan Sánchez: su hermano David también está siendo investigado por presuntos delitos contra la administración pública, mientras que el fiscal general del estado podría tener que declarar una filtración de datos reservados en otro frente judicial que afecta el círculo íntimo del presidente.
“No llega a agosto”: la frase prohibida que viaja a las oficinas socialistas
Si algo caracteriza, el PSOE es su capacidad de parecer tranquilo en el medio del huracán. Sin embargo, las últimas filtraciones hablan claramente: “No llega a agosto”. Esa frase resuena como un mantra fatalista en las oficinas socialistas. Incluso las figuras históricas y los miembros del equipo más cercano al presidente han reconocido que el desgaste es “irreversible”. La atmósfera es tan triste que las caras largas abundan más que siempre entre los diputados y las posiciones medias.
Se ha discutido la posibilidad de un retiro ordenado, un “paso hacia un lado” antes del colapso total. Pero Pedro Sánchez, fiel a su estilo incombustible, habría rechazado esa opción en Redondo: “No lo veo”, dicen que dijo sin rodeos a sus colaboradores. El problema es que en este momento las alternativas parecen igualmente dramáticas para el partido: reemplazo expreso y llamadas electorales después del verano o perduran hasta el último minuto con un presidente amortizado y sin margen de maniobra.
Un calendario judicial demoler para 2025
El año 2025 ha comenzado con un calendario judicial digno de película negra. La agenda está llena de nombramientos con los tribunales para figuras clave de Sanchismo, desde el viejo conocido como José Luis Ábalos, investigado por tramas relacionadas con contratos públicos, hasta nuevos protagonistas como Santos Cerdán, exsecretario de Organización Socialista, citada después de ser indicada por la Guardia Civil como un equipo esencial en una presunta recolección sistemática de comisionadas ilegales.
La presión no solo viene por causas individuales. Por primera vez de la transición democrática, la posibilidad de que todo un partido, el PSOE en sí mismo, pueda considerarse criminalmente responsable bajo el Artículo 31 BIS del Código Penal si se confirma que actuó como una “organización criminal” para saquear fondos públicos. No es una metáfora o una exageración retórica: es una ley penal pura y dura.
El horizonte criminal marca todo: consecuencias impredecibles
La situación cepilla al surrealista: los ministros pendientes de los dispositivos móviles en todo momento, los diputados que temen perder su asiento debido al contagio reputacional e incluso rumores sobre qué figura asumiría un alivio expreso hipotético si Sánchez renuncia a los eventos judiciales. Y mientras tanto, la oposición, con el partido popular y Vox frotándose las manos, espera que el paciente caiga en la pieza más grande.
Entre los analistas políticos, la idea de que nos enfrentamos a una crisis institucional sin precedentes. Si Sánchez finalmente tuviera que renunciar antes del verano, como predicen las fuentes internas, España podría dedicarse a las elecciones tempranas o un gobierno interino del propio PSOE.
Por supuesto: nadie descarta giros inesperados. En Moncloa, algunos especulan que el presidente podría intentar lanzar una bomba de noticias para desviar la atención de los medios o ganar tiempo mientras resuelve parte del desastre judicial. Pero ni siquiera las tácticas más audaces parecen ser capaces de revertir la inercia negativa.
Curiosidades y datos sorprendentes sobre el caso
El término “horizonte criminal” se ha convertido en un tema nacional de tendencia varias veces durante junio. Los abogados penales consultaron coincidir: si las acusaciones más graves prosperan, el PSOE podría enfrentar no solo a multas millonarias sino incluso a su disolución legal como partido político. En las redes sociales, circulan memes que comparan Ferraz con un presidente socialista de la policía provisional enfrenta tantas causas abiertas simultáneamente sobre su círculo íntimo. Algunos veteranos socialistas ya han desempolvado viejos manuales en esfuerzos y protocolos provisionales para designar candidatos expresos … por si acaso.
El caso todavía tiene una cuerda por un tiempo; Pero lo único seguro es que este verano será recordado como uno de los más conmovidos y judiciales en la historia reciente del socialismo español.