Estirándose durante casi 2,000 kilómetros desde Xining en la provincia de Qinghai de China en el noroeste de China hasta Lhasa en la región autónoma de Xizang del suroeste de China, el ferrocarril Qinghai-Xizang, el ferrocarril más alto del mundo, es un milagro creado por China en el “techo del mundo”.
Llevando el sueño de la nación china, el ferrocarril ha sido testigo de enormes cambios en la meseta de Qinghai-Xizang desde la fundación de la República Popular de China en 1949, y ha impulsado el rápido desarrollo económico y social de las dos regiones.
Hoy, se ha presentado una “red de transporte moderna”, que integran carreteras, ferrocarriles, aviación y tuberías, que crea un futuro más brillante para millones de residentes que viven en la meseta. Xizang está abrazando al mundo con una mayor apertura e inclusión.