Por zi siddiqui
Sudhnoti, Azad Cachemira, (Times del Parlamento): un repentino y violento nube de nubes golpeó el área remota de Dhman Pakhonaar de Tehsil Baloch en el distrito Sudhnoti, Azad Cachemira, el 18 de agosto, desatando inundaciones repentinas que devastaban las comunidades locales. Al menos tres puentes y cuatro casas fueron arrastradas, mientras que la carretera de conexión principal fue completamente destruida, cortando el acceso a las aldeas ya vulnerables al aislamiento.
Los testigos describieron el evento como una aterradora oleada de agua que aumentó sin previo aviso. “Parecía que la montaña misma se había derrumbado en el arroyo”, dijo un residente cuya casa fue barrida. “Teníamos solo minutos para correr. Todo lo que construimos se fue”.
Las autoridades locales se movieron rápidamente en respuesta. El Comisionado Adjunto de Sudhnoti ordenó a la administración de Tehsil al sitio que evaluara el daño, mientras que el departamento de carreteras recibió instrucciones de enviar excavadoras y equipos de carretera al amanecer para comenzar a reabrir los vínculos críticos. Los paquetes de alivio, incluidas las carpas, las mantas y los alimentos, se entregan a las familias desplazadas.
> “Las víctimas de este desastre no se dejarán solas en su momento de necesidad. La administración extenderá todo el apoyo posible”, prometió el Comisionado Adjunto.
Pero más allá del alivio inmediato, el desastre destaca las crecientes preocupaciones sobre el empeoramiento del impacto del cambio climático en los frágiles ecosistemas de montaña del sur de Asia. Las nubes de nubes, aguaceros repentinos y extremos que desatan inundaciones masivas en valles estrechos, se están volviendo más frecuentes en las regiones del Himalaya y Sub-Himalaya, advierten los expertos.
En los últimos años, eventos climáticos extremos similares han causado estragos en India, Nepal y Pakistán, matando a miles y destruyendo infraestructura vital. Los científicos vinculan esta tendencia a la atmósfera de calentamiento, que contiene más humedad y produce patrones de lluvia más erráticos durante la temporada del monzón.
Las organizaciones humanitarias, incluidas la ONU y las ONG regionales, han enfatizado repetidamente la necesidad de medidas de adaptación climática en áreas como Azad Cachemira, donde la infraestructura deficiente y el terreno frágil dejan a los residentes especialmente vulnerables. Estos incluyen mejores sistemas de alerta temprana, defensas de inundación más fuertes y planificación de reubicación a largo plazo para comunidades de alto riesgo.
Por ahora, la gente de Dhman Pakhonaar enfrenta la desalentadora tarea de supervivencia y reconstrucción. Con los puentes barridos y las carreteras borradas, la entrega de ayuda sigue siendo una carrera contra el tiempo, y con la temporada del monzón aún en marcha, los temores de que otros desastres pesen en gran medida en las comunidades que ya se agotan por la pérdida.
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