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No por repetido, deja de ser un problema que no debería caer en el olvido.
Un tándem de nombres femeninos, Carlota y Ariadna, ha roto con el español de fuerza, convirtiéndose en el epicentro inesperado de las conversaciones privadas del ex ministro José Luis Ábalos y su inseparable asesor, Koldo García.
Las grabaciones que han salido a la luz durante el verano no dejan dudas: los encuentros íntimos organizados por ambos fueron planificados meticulosamente, donde la elección de los protagonistas parecía un problema casi estratégico.
Las transcripciones realizadas por la Unidad de Operación Central (UCO) muestran un tono informal y, a veces, vulgares: “El Carlota se inscribe en la caza”, dijo Ábalos, mientras que Koldo sugirió alternativas con un cierto aire de comisionado. Los audios revelan cómo se distribuyeron ambos nombres de mujeres para sus citas privadas, valorando detalles como el origen geográfico para decidir el lugar de la reunión. “Si vienen de Córdoba no es nada, esa pequeña pieza, pero si vienen, por supuesto, tienes que buscar un lugar”, se escucha en uno de los fragmentos más comentados.
Una obsesión bautizada por Ariadna
La figura de Ariadna ha despertado especial atención entre los investigadores. Según las conversaciones incautadas, Ábalos mostró predilección por ella, mientras que Koldo trató de negociar algún “cambio”. Pero la verdad es que ambos terminaron coincidiendo en preferencias: “o Ariadna y Carlota, y tomaron el culo”, Koldo se estableció antes de la indecisión del ex ministro.
Más allá del tono jocoso, que bien podría confundirse con el guión de una comedia habitual, la verdad es que estos audios han desencadenado un terremoto político auténtico. El PSOE ha reaccionado rápidamente y la fuerza: la formación ha anunciado la inclusión de una cláusula en su código ético que establece la expulsión directa de los militantes involucrados en la solicitud o consumo de servicios sexuales pagados. Todo esto en respuesta a una incomodidad creciente entre las mujeres socialistas, que consideran estos comportamientos incompatibles con los principios de la fiesta.
Entre influencias políticas y partidos discretos
La relación entre Ábalos y Koldo no solo se limita a la esfera personal. Ambos han sido indicados en los informes policiales para su presunta participación en un complot de corrupción dentro del Ministerio de Transporte, donde los premios de contrato público beneficiaron a las empresas amigables, principalmente activas, a cambio de comisiones jugosas. La colaboración entre Ábalos, Koldo García y Santos Cerdán se remonta a 2015 en Navarra, cuando comenzaron a establecer relaciones personales y profesionales que años más tarde conducirían a influencias clave dentro del gobierno.
El escándalo ha evidente cómo la proximidad entre ambos personajes permitió organizar no solo fiestas privadas con mujeres jóvenes e influyentes, como Carlota Sabina Poper, quien presume en las redes sociales de su éxito financiero de Dubai, sino también pequeñas operaciones políticas transparentes. Las grabaciones muestran detalles de logística dignos de una agencia: ubicación, horarios e incluso miembros de la familia y prensa para garantizar la discreción.