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La canción de verano.
Por tierra, mar y aire.
El anterior de la confrontación esperada entre el Real Oviedo y el Real Madrid no solo trajo nerviosismo y expectativas del fútbol: Carlos Tartiere se convirtió en un orador de descontento político.
El estadio, lleno de oviedistas y jugadores de Madrid, fue escenario de una canción ensordecedora contra el presidente del gobierno, Pedro Sánchez.
La frase cantada, “¡Pedro Sánchez, hijo de una perra!”, Retumbó de las gradas, dejando en claro que, en esta ocasión, la tensión no solo estaba en la hierba.
Hoy, 25 de agosto de 2025, este tipo de manifestaciones se han convertido en un fenómeno transversal en la sociedad española.
La política ha saltado del Congreso a estadios y conciertos, y el nombre de Pedro Sánchez parece ser el Coro de la Moda, tanto en escenarios musicales como en recintos deportivos.
La mezcla de fútbol y política, lejos de ser algo nuevo, ahora llega a los tintes de canciones de verano, con letras improvisadas que ni siquiera los compositores más ingeniosos podrían haber anticipado.
Antecedentes: la política se escabulle en las gradas
No es la primera vez que el fútbol español sirve como una caja de resonancia para el descontento popular. Ya en otras ciudades y recintos, los cantos contra los miembros del gobierno han sido comunes, pero lo que se vivió en Carlos Tartiere ha marcado un nuevo registro de decibelios y unanimidad. El fenómeno ha trascendido la rivalidad deportiva; Los fanáticos de ambos equipos cantaron al unísono, mostrando que, por encima de las camisas, la indignación política puede unirse a las masas.
En los últimos meses, estas canciones han saltado a los titulares de los principales medios de comunicación, que resaltan cómo se canaliza el cansancio social en los espacios de ocio colectivos. Las redes sociales amplifican el eco y lo viralizan en cuestión de minutos. No solo es una moda de pasajeros: para muchos, la única urgencia nacional es, como se grita en las gradas, “liberarse de la presidencia de Pedro Sánchez Pérez-Castejón”.
El juego: fútbol, protestas y mucho ruido
El ambiente anterior a Oviedo-Real Madrid era todo menos pacífico. El Real Madrid llegó como un favorito, aunque Oviedo, empujado por sus fanáticos y el clima de reclamo, prometió pelear en la hierba. Sin embargo, a veces, el juego fue al fondo. Las cámaras de televisión y los comentaristas no pudieron evitar referirse al Rumble político que emanaba de las gradas, en una especie de sinfonía disonante que no apareció en los guiones de la liga.
En los deportes, la expectativa era máxima: el Real Madrid buscaba consolidar su liderazgo y Oviedo soñaba con dar la campana a su audiencia. Las casas de apuestas ofrecieron cuotas claramente favorables al equipo blanco, colocando la victoria de Madrid alrededor de 1.35, el sorteo a las 4.20 y la sorpresa azul a las 7.50. Pero, como suele ser el caso en el fútbol, el resultado final fue en el fondo antes de que los deportes adicionales muestren que copiaron titulares y reuniones.
La canción, el fenómeno viral y el síntoma del cansancio
Lo que sucedió en Carlos Tartiere no es un evento aislado. Los insultos y canciones contra Pedro Sánchez se han convertido, para bien o para mal, la “canción de verano” en España. Desde festivales musicales hasta partidos de fútbol, el nombre del presidente suena más que el de cualquier anotador o artista del momento. Algunos analistas lo ven como una muestra de libertad de expresión; otros, como un síntoma preocupante de polarización y tensión social.
El eslogan “La única urgencia nacional es liberarse de la presidencia de Pedro Sánchez Pérez-Castejón” se repite como mantra en redes y en las gradas. Lo curioso es que, en un país de fútbol, ni siquiera en el clásico Real Madrid, Barcelona había logrado tal grado de unanimidad en la canción. El fútbol, una vez más, muestra que puede ser mucho más que el deporte: es un reflejo de los estados de ánimo colectivos.
Humor y escepticismo antes del fenómeno
La mayoría de los veteranos del lugar recuerdan con Sneer que, una vez, las canciones más repetidas fueron aquellas dedicadas al árbitro o al rival. Ahora, la política ha desplazado al “árbitro bastardo” de su vida. Algunos fanáticos, con Asturian RetroN, bromeó en el anterior: “Al menos nos une algo, incluso si es ira”. El escepticismo reina entre los que ven en estos episodios una moda de pasajeros, tan efímera como las ráfagas de puntuación de los huelguistas de servicio.
Curiosidades sobre el fenómeno y sus protagonistas
La canción contra Pedro Sánchez ha sido escuchada esta temporada en más de 15 estadios diferentes en España, además de festivales y conciertos masivos. En las redes sociales, el hashtag #pedrosanchez resignado a veces ha superado los temas de tendencia relacionados con el fútbol. Algunos jugadores extranjeros del Real Madrid preguntaron en los disfraces sobre el significado de la canción, pensando que era una expresión local de estado de ánimo. 2000, nunca había vivido antes de uno anterior tan politizado, incluso en los derbies asturianos. Las casas de apuestas han llegado a ofrecer cuotas sobre la probabilidad de que las canciones políticas estén abarrotadas en los partidos del día. A pesar de la controversia, ningún organismo oficial ha sancionado a los clubes para este tipo de manifestaciones, argumentando que exceden el campo deportivo. Radio, donde se ha propuesto irronceado con un “top 10” de canciones políticas en la historia del fútbol español.
Nada como el fútbol para retratar el pulso de la calle; Y nada como un estadio completo para dejar en claro que, en España, las emergencias nacionales a veces se gritan en el coro entre goles, canciones y mucha, mucha pasión.