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Cáncer de estómago en Pakistán: una crisis silenciosa pero prevenible

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Dr. Shahid Aziz
El cáncer gástrico representa una carga de salud significativa pero poco reconocida en Pakistán, con una de las proporciones de mortalidad / incidencia más altas a nivel mundial. En 2022, el país registró 5,968 casos nuevos y 5.093 muertes, clasificando el cáncer gástrico como el noveno cáncer más comúnmente diagnosticado y la octava causa principal de mortalidad relacionada con el cáncer. La relación de mortalidad a incidencia de 0,85 subraya el hecho de que casi tantos pakistanis mueren por la enfermedad cada año que se diagnostica, lo que refleja una detección tardía generalizada y un acceso limitado al tratamiento efectivo. La carga de mortalidad elevada es en gran medida atribuible a tres determinantes superpuestos. Primero, la infección por Helicobacter pylori, un carcinógeno de clase 1 y la causa principal del cáncer gástrico no cardía, se mantienen altamente frecuentes en Pakistán, impulsada por el hacinamiento y el saneamiento inadecuado. Si bien la infección es una causa importante de cáncer, es prevenible y tratable a través de regímenes antibióticos de bajo costo. Segundo, los patrones dietéticos exacerban el riesgo. El consumo promedio diario de sal en Pakistán es de 8 a 9 gramos, superando con creces el límite recomendado de la Organización Mundial de la Salud de 5 gramos. La ingesta excesiva de sal daña el revestimiento del estómago, potencia la lesión relacionada con H. pylori y contribuye tanto a cáncer gástrico como a enfermedad cardiovascular. Tercero, el uso generalizado de tabaco aumenta aún más la carga de la enfermedad. Más del 19 por ciento de los adultos paquistaníes usan productos de tabaco, un factor fuertemente asociado con un mayor riesgo de cáncer y resultados de supervivencia más pobres. Los datos clínicos refuerzan la gravedad de la situación. Los estudios hospitalarios muestran consistentemente a los pacientes que presentan enfermedades avanzadas y supervivencia limitada. La ausencia de un registro nacional de cáncer totalmente funcional restringe la disponibilidad de datos integrales basados ​​en la población, lo que complica la planificación y evaluación de políticas. A nivel regional, el cáncer gástrico es una causa principal de mortalidad por cáncer gastrointestinal en los países del Mediterráneo oriental, que sitúa Pakistán dentro de un paisaje más amplio de alta costura. La evidencia de los programas internacionales demuestra que la enfermedad puede prevenirse y controlar. Las iniciativas de “prueba y tratamiento” de Helicobacter a gran escala en Japón y Taiwán han reducido la incidencia de cáncer gástrico en casi un 50 por ciento sin importantes preocupaciones de resistencia a los antibióticos. Del mismo modo, las estrategias de reducción de sal a nivel nacional y las rigurosas medidas de control del tabaco, incluidas las mayores impuestos, las leyes libres de humo y los servicios de cesación, han demostrado reducir el riesgo de toda la población y mejorar los resultados de supervivencia. Se requiere con urgencia una estrategia nacional coordinada y recurrente. El Ministerio de Servicios Nacionales de Salud, en colaboración con los departamentos de salud provinciales, debe liderar el desarrollo de un programa nacional de control de H. pylori integrado en la atención primaria de salud. Esto implicaría la emisión de pautas de tratamiento estandarizadas, la subsidio de pruebas de diagnóstico, como la respiración de urea o las pruebas de antígeno de heces, y la garantía de la disponibilidad de antibióticos. Al mismo tiempo, se necesitan reformas integrales de políticas alimentarias, incluidos los límites obligatorios de sodio para los alimentos procesados, las etiquetas de advertencia delantera y las campañas sostenidas de concientización pública sobre los riesgos para la salud de la ingesta excesiva de sal. Las medidas de control del tabaco fortalecidas, como la aplicación constante de las leyes existentes, los aumentos anuales en los impuestos especiales y el establecimiento de servicios de cesación gratuito, también son esenciales. Igualmente crítico es la inversión en capacidad de salud. Esto incluye entrenamiento de gastroenterólogos y cirujanos, expandir el acceso a endoscopia diagnóstica y cirugía curativa e implementar vías de referencia estandarizadas para garantizar que los pacientes con síntomas de alarma sean evaluados de inmediato. Finalmente, el establecimiento de un Registro Nacional de Cáncer basado en la población debe priorizarse, ya que los datos confiables y oportunos son indispensables para medir la carga de la enfermedad, el monitoreo de los resultados y la asignación de recursos de guía. Si bien las reformas estructurales son esenciales, las personas también pueden tomar medidas inmediatas para reducir su riesgo. Estos incluyen buscar pruebas y tratamiento para H. pylori, reducir la ingesta de sal de la dieta, evitar el tabaco y buscar atención médica rápida para los síntomas de alarma, como la pérdida de peso inexplicable, los vómitos persistentes, el sangrado gastrointestinal o la anemia. La intervención temprana aumenta significativamente las posibilidades de supervivencia. El cáncer gástrico no necesita seguir siendo el asesino silencioso de Pakistán. La carga de la enfermedad se basa principalmente en una infección prevenible, hábitos dietéticos modificables y uso generalizado de tabaco, agravado por desafíos sistémicos del diagnóstico tardío y acceso limitado al tratamiento. Con estrategias basadas en evidencia, compromiso político y formulación de políticas basadas en datos, Pakistán tiene la oportunidad de reducir sustancialmente la incidencia y la mortalidad y salvaguardar la salud de las generaciones futuras.

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