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Budins del socialista ya estudia un avance de las elecciones en 2026

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Tic tac, tic tac …

Los tiempos se acortan.

Y nadie confía en nadie.

La política española, siempre dada al miedo, vive uno de esos momentos en que la incertidumbre se convierte en la única certeza.

Los esposos de Begoña sospechan que el maestro de PSOE prepara uno de sus movimientos, dada la imposibilidad de nuevos presupuestos aprobados.

Y -como es lógico, temen ser colapsados.

Hoy, 28 de agosto de 2025, la figura de Pedro Sánchez nuevamente enfoca todos los ojos.

El presidente, un experto en el arte de la supervivencia parlamentaria, ha abierto la puerta, aunque no la reconoce públicamente, a un escenario que preocupa a sus aliados: un posible avance electoral en 2026.

La idea ya circula entre las partes que apoyan al ejecutivo y al líder de Podemos, Ione Belarra, ha sido la primera en poner la voz en una tesis que todos los socios han presentado, aunque prefieren no decirlo alto en caso de que dan ideas.

El desencadenante es claro: la presentación de los presupuestos estatales generales para 2026.

Después de dos años evitando esta obligación, y justificar su rebelión constitucional con argumentos dignos de funambulista político, Sánchez ahora decide intentar saber mejor que nadie que aprobar nuevas cuentas es una misión casi imposible.

Aquí es donde surge la sospecha: ¿el presidente realmente se adelanta a los presupuestos o está preparando un juego para forzar las elecciones tempranas si el intento falla?

Parlamento como rehén y presupuestos como Alibi

La situación parlamentaria no ayuda precisamente a calmar los espíritus. El gobierno depende de una mayoría frágil y cada voto es una montaña rusa. En este contexto, Podemos ha redoblado sus demandas “imposibles” de apoyar las cuentas: romper las relaciones comerciales y diplomáticas con Israel, reducir drásticamente el precio del alquiler y renunciar al aumento de la inversión militar requerida por la OTAN. Los requisitos que ni el más optimista ve factible para un ejecutivo acorralado por sus propias contradicciones y por escándalos internos que han erosionado su credibilidad.

Belarra no se muerde la lengua: “No descarto en absoluto que esto puede ser un juego político para ir a un avance electoral”, dijo con su vehemencia habitual. Y recuerde que Sánchez ya recurrió a esta táctica en 2019: luego, después de ver sus presupuestos rechazados por ERC, disolvió los tribunales y convocó las elecciones, culpando a la independencia catalán. La diferencia es que ahora las cuentas son tuyas y de desgaste también.

Barómetro de encuestas: el desgaste de Sanchismo

El clima político se ha nublado aún más con una sucesión de escándalos, desde casos judiciales hasta supuesta corrupción interna, y cortinas de humo constantes arrojadas de Moncloa. El parlamento se ha convertido en rehenes de estrategias a corto plazo, mientras que el gobierno navega sin rumbo. Las encuestas recientes no predicen nada bueno para el PSOE: caen en la estimación de votos, pierden la confianza incluso entre su propio electorado y solo un milagro estadístico permitiría que la mayoría actual se vuelva a emitir.

La oposición huele sangre y tanto PP como VOX ya terminaron la legislatura. De Génova calculan los tiempos con precisión quirúrgica; Saben que si Sánchez no avanza, será difícil resistir hasta 2027 sin pasar por las encuestas. Y no son los únicos atentos al calendario: los barones populares como Mañueco (Castilla y León) o Moreno Bonilla (Andalucía) están dispuestos a avanzar su autónomo para coincidir con la hipotética general anticipada, buscando capitalizar cualquier castigo al PSOE.

El “Sánchez hijo de una perra”: protesta de coral con ritmo de verano

Pero si algo resume mejor que cualquier barómetro sociológico, el momento político actual es la canción de verano: la controvertida “Sánchez Son of a Bitch”. La protesta coral, espontánea y juvenil viaja en lugares y playas como un mantra irreverente contra un presidente acusado, al menos por parte de la fuerte opinión pública, para gobernar contra sus propios ciudadanos mientras proclaman hacerlo en su nombre.

El fenómeno no es menos: más allá del insulto grueso y la controversia generada, revela una profunda desconexión entre la parte importante de la sociedad española, especialmente entre los jóvenes, y un líder al que ven más y más distantes, arraigados a asesores y blindados para cualquier ciudadano o crítica de los medios.

Aliados en la cabeza de guerra … pero sin alternativa viable

El paradójico del escenario es que ninguno de los socios del bloque progresivo parece realmente interesado en ir a las elecciones tempranas. ADD se ha convertido en una carcasa vacía; Podemos intentar recuperar la negociación de alguna candidatura conjunta pero sin resultados tangibles; ERC está desgastado por sus propias crisis internas; Juns juega el doble juego habitual … en resumen: Todos temerán perder más que ganar si las encuestas se abren con anticipación.

En este contexto, Sánchez juega sus cartas: amenaza los presupuestos sabiendo que probablemente fallarán y, por lo tanto, dejan a sus aliados ante un dilema imposible. Si votan en contra, serán indicados como responsables del fin del gobierno progresivo; Si ceden, asumirán demandas electorales imposibles frente a sus propias bases.

Un futuro inmediato lleno de incógnitas

Nadie descarta abiertamente las elecciones tempranas en 2026. La posibilidad real dependerá no solo del fracaso presupuestario sino también del uso personal del propio Sánchez. La aritmética parlamentaria es tan diabólica que cualquier movimiento puede desencadenar una reacción en cadena apenas predecible. Los barómetros indican una caída sostenida del PSOE pero la fragmentación máxima del resto del arco progresivo.

Mientras tanto…

El parlamento permanece atascado con iniciativas legislativas clave.

Curiosidades políticas para suavizar la final

La canción “Sánchez Son of a Bitch” ya supera a millones de reproducciones en las redes sociales y ha sido versión incluso en eventos festivos populares. En los últimos cinco años, España ha cambiado más veces de un ciclo político que Italia durante toda una década. El término “cortina de humo” ha roto los registros históricos en las menciones parlamentarias desde 2023. No había llegado el presidente español con algunos presupuestos heredados … ni había sobrevivido tanta tiempo de sospecha permanente.

En resumen, lo único seguro es que la política española nunca deja indiferente. Y siempre encuentre nuevas formas, musicales o parlamentarias, para recordarnos que todo puede cambiar aquí … incluso antes de planeado.

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