Un crucero navega junto al cohete New Glenn de Blue Origin, que canceló su lanzamiento por problemas climáticos en la Estación de la Fuerza Espacial en Cabo Cañaveral, Florida. Foto: CHANDAN KHANNA / AFP
Fuente: AFP
Blue Origin, la compañía espacial propiedad del multimillonario Jeff Bezos, se vio obligada el domingo a posponer el lanzamiento previsto de su cohete New Glenn debido a las condiciones climáticas desfavorables.
La lluvia y un problema en el sistema terrestre causaron retrasos que fueron seguidos por cúmulos de nubes cuando se cerró la ventana de lanzamiento de 88 minutos, dejando a los administradores de la misión con la única opción de retrasar la segunda misión planificada del cohete.
El lanzamiento debía realizarse en medio de una competencia cada vez más intensa entre Blue Origin y SpaceX de Elon Musk.
La reprogramación podría resultar difícil dado el cierre del gobierno estadounidense. Para aliviar la congestión del espacio aéreo, la Administración Federal de Aviación limitará los despegues de cohetes comerciales a partir del lunes.
Blue Origin había dicho anteriormente que buscaba una exención de la FAA.
Cuando finalmente se lance, el cohete New Glenn de 322 pies (98 metros) tiene la tarea de enviar la nave espacial gemela ESCAPADE de la NASA a Marte, un intento de estudiar la historia climática del Planeta Rojo con la esperanza eventual de una exploración humana.
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El lanzamiento de Blue Origin también servirá como una prueba clave para determinar si puede lograr una recuperación de refuerzo, lo que supondría un avance técnico para la empresa si tiene éxito.
El vuelo inaugural de New Glenn en enero fue calificado como un éxito, ya que su carga útil alcanzó la órbita y realizó pruebas con éxito.
Pero su propulsor de primera etapa, que debía ser reutilizable, no se detuvo al aterrizar en una plataforma en el Atlántico y, en cambio, se perdió durante el descenso.
En su segundo esfuerzo, Blue Origin intentará una vez más recuperar la etapa de refuerzo. Hasta ahora, sólo la empresa de Musk, SpaceX, ha conseguido hacerlo.
‘Indicador’ de progreso
Las compañías competidoras de los multimillonarios Musk y Bezos están atrapadas en una carrera espacial comercial que recientemente se intensificó, cuando la agencia espacial federal estadounidense, NASA, abrió ofertas para su planeada misión a la Luna, mientras surgían quejas de que SpaceX estaba “atrasado”.
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George Nield, un alto ejecutivo aeroespacial cuyo trabajo promueve la industria espacial comercial y que ha volado con Blue Origin en el pasado, dijo a la AFP que hay mucho en juego en el eventual lanzamiento de New Glenn.
La forma en que se desarrolle será un indicador de “qué tan bien lo están haciendo y cuánto progreso han logrado”, dijo.
Durante el segundo mandato del presidente estadounidense Donald Trump en la Casa Blanca, la administración ha presionado a la NASA para que acelere su progreso para enviar una misión tripulada a la luna en medio de una carrera con China.
Mason Peck, profesor de aeronáutica en la Universidad de Cornell y ex jefe de tecnología de la NASA, dijo que una mayor competencia entre SpaceX y Blue Origin podría “ampliar nuestras opciones con respecto al lanzamiento”.
“Más lanzamientos significan más ideas en el espacio”, dijo Peck. “No puede ser malo tener a Blue Origin, incluso detrás”.
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