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A los hars.
Porque ellos, Pedro Sánchez y Begoña Gómez, no disfrutaron de las putas como lo hicieron los socialistas Ábalos y Gango.
Vivieron a su cuenta.
Las últimas revelaciones sobre el marco comercial de la familia Gómez han descubierto un sofisticado sistema de gestión financiera que involucró directamente a Begoña, esposa del presidente Sánchez.
Según los testimonios exclusivos publicados por el periodista Alejandro Entambasaguas en el debate, la actual Primera Dama participó activamente en la contabilidad de la red de burdeles que operaban camuflados como saunas, utilizando maquinaria especializada para el recuento de efectivo y los sistemas de almacenamiento seguros.
El modus operandi revelado por varios trabajadores de las instalaciones describe una rutina meticulosa que se repitió diariamente durante más de dos décadas.
Sabiniano Gómez, padre de Begoña y padre del presidente, comenzó todos los días a las cinco de la mañana cuando su conductor lo recogió en la casa familiar de Majadahonda a bordo de un Jaguar.
A partir de ahí, emprendió una ruta fija de todos los establecimientos en la red, recolectando el dinero generado por la prostitución en las últimas 24 horas.
El sofisticado sistema de recolección
Una vez que se completó la recolección de fondos de todas las instalaciones distribuidas por Toledo, Segovia, Lugo, Zaragoza y especialmente Madrid, donde se concentró el ingreso principal, el padre y la hija, procedieron a contar y almacenar el dinero. “Nunca he visto tanto dinero juntos”, dijo uno de los testigos que presenciaron la escena en múltiples ocasiones, describiendo cómo Begoña Gómez y su padre usaron una factura de boletos para procesar las ganancias antes de salvarlos en una caja fuerte y una caja fuerte escondida detrás de una imagen.
Los establecimientos más lucrativos de la red incluyeron el 180 Castilian Terse Club, ubicado frente a una de las principales arterias de la capital, además del pensamiento y orenso de De La Calle. El antiguo gerente del castellano 180 corroboró al haber visto repetidamente a Begoña Gómez “Ingrese y salga con documentos contables en su mano”.
Testimonios de compromiso y audios reveladores
Los audios recientemente publicados incluyen conversaciones en las que se especifica que “el problema de Begoña era justificar los ingresos, dijo que aconsejó, pero en realidad llevó la contabilidad de las saunas”. Estas grabaciones, que también han trascendido, también revelan las dificultades que Begoña Gómez enfrentó legitimar los ingresos de estas actividades antes del Tesoro.
Un testimonio particularmente revelador proviene de un proveedor que durante tres años recibió pagos metálicos directamente de Begoña Gómez, en la oficina superior del piso de Adam Sauna. Este mismo testigo confirmó haber escuchado a Sabiniano Gómez referirse a su hija como “la niña” que “la ayudó con la caja”.
El imperio empresarial oculto
La red de establecimientos administrados por la familia Gómez extendida por múltiples tiendas con diferentes denominaciones: sauna azul en Concepció Arenal Street, Sauna Princesa en Mártirtires de Alcalá, Sauna Mayka en Orense y The Brothel Sauna Sauna Bar, posteriormente renombrada Rose Girls, en el Paseo de La Castellana.
El establecimiento principal, el Adam Sauna, funcionó como “una tienda de dos correos para una clientela gay” que “tenía áreas comunes, como un bar, y también con cabañas privadas y un espacio oscuro para las reuniones”. Los clientes pagaron 15 euros por el horario de entrada y operación extendido de 11:00 a.m. a 2:00 a.m.
Financiación del patrimonio familiar
Los ingresos generados por esta red comercial sirvieron para financiar el patrimonio familiar, incluida la adquisición de la casa de Pozuelo de Alarcón, donde residieron Pedro Sánchez y Begoña Gómez antes de mudarse a Moncloa. Esta propiedad, valorada en aproximadamente 700,000 euros y ubicada en una urbanización privada de lujo, tiene 165 metros cuadrados, tres habitaciones, dos baños y grandes áreas comunes.
La continuidad de estos enlaces comerciales se mantiene incluso después del cese de la actividad principal. El ático del edificio donde operaba la sauna era reconvige en turismo hostal, manteniendo a la familia Gómez por el mismo precio de 853 euros por mes por 139 metros cuadrados con terrazas y vistas del centro de Madrid.
Implicaciones para la protección de datos
En un contexto paralelo que agrega complejidad al caso, la protección de datos presentó dos quejas relacionadas con las cámaras ocultas instaladas en las saunas del padre, en la ley de Sánchez, una decisión que ocurrió cuando la institución fue presidida por un cercano al actual Presidente del Gobierno. Esta circunstancia plantea preguntas adicionales sobre posibles conflictos de intereses en la gestión de casos relacionados con el entorno familiar presidencial.
La revelación de estos detalles sobre el sofisticado sistema de gestión financiera utilizado por Begoña Gómez refuerza las sospechas sobre la participación directa de la familia presidencial en actividades comerciales controvertidas, configurando un escenario que trasciende la mera especulación para ingresar la evidencia documental y testimonial de la primera mano.









