Pantone acaba de anunciar Cloud Dancer como su color del año para 2026. Es un tono blanco suave y lechoso con un leve rubor cálido. Se supone que Cloud Dancer representa una pausa, un respiro, una página en blanco. Hay algo de paz en elegir un tono que simbolice claridad y suavidad, especialmente en un momento en el que el mundo se siente visualmente sobrecargado y emocionalmente agotador. Entonces, ¿cómo se puede incorporar Cloud Dancer a la vida? Aquí tienes una guía.
En ropa, belleza y vida.
Foto/iStock
La belleza de Cloud Dancer es su versatilidad en todas las estaciones y estilos. Para el verano, queda perfecto con camisas de lino, vestidos fluidos de algodón y kurtas chikankari. En invierno, adquiere un tono más lujoso a través de abrigos de lana y sastrería estructurada. La ropa india se beneficia especialmente de este tono. Imagine un sari Cloud Dancer con sutiles hilos plateados o un conjunto de kurta combinado con joyas oxidadas. Incluso las rutinas de belleza pueden tener su parte: esmalte de uñas nacarado, sombras de ojos suaves y mate o unas mechas que imitan ese brillo apenas visible.
Para aquellos con una inclinación más digital, actualizar el fondo de pantalla de su teléfono, la paleta del sitio web o incluso la cuadrícula de Instagram con pequeños toques de este tono puede dar una sensación de calma al ruido.
Las opciones de estilo de vida también ofrecen formas sutiles de adoptar el color sin comprar nada. Piense en flores blancas como el nardo o la mogra en un jarrón terroso, sábanas suaves que parecen un botón de reinicio.
Renueva tu espacio
Contrasta el blanco con otros colores para resaltarlo. Foto/Pinterest@Elisa Carsson Studio
Piense en ello como una fuerza fundamental más que como el acto principal. En interiores se puede utilizar para suavizar los espacios sin borrar la personalidad. Las paredes pintadas en este tono reflejan maravillosamente la luz natural; haciendo que los estrechos pisos de Mumbai parezcan más aireados. Combínalo con maderas cálidas, cerámicas texturizadas y muebles de mimbre. Si volver a pintar parece una exageración, introducirlo a través de telas es un punto de entrada fácil: una manta, fundas de cojines o cortinas transparentes que captan la luz a la perfección.









