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El compatriota no tiene un pase.
E histérica como un mono.
En el interminable teatro de la política española, donde cada día se lanza una función diferente, Ana Pardo de Vera ha ocupado una vez más el centro del escenario.
Esta vez no ha sido para una columna incisiva o para un debate televisivo de encendido.
El último acto protagonizó la calle y bajo el atento ojo de las cámaras: cuando se le acercó el periodista Vito Quiles, conocido por su estilo directo, sobre la imputación de la corrupción de su hermana, Isabel Pardo de Vera, el periodista puso a Farruca, amenazando y después de no responder, mostró al reportero lo que parecía un bateador de la policía. “
El incidente, grabado en video y transmitido en las redes sociales, ha elevado un Polvorín tanto en los medios de comunicación como en el político.
No es por menos: la escena combina ingredientes infalibles para la controversia: acusaciones de corrupción, periodistas que enfrentan y la sombra de un posible crimen, todo servido con el teatro español habitual.
¿Por qué Ana Pardo de Vera atrae una placa policial a Vito Quiles?
¿De dónde sacaste esa placa de la policía?
¿Cuándo ha pasado la oposición?
¿Estamos hablando de un delito de usurpación de funciones públicas?
– muy.mona/🇪🇸💚 (@capitana_espana) 2 de julio de 2025
¿Un periodista de régimen? Una revisión de su carrera
La trayectoria de Ana Pardo de Vera siempre ha navegado entre información y opinión, pero también entre política y activismo. Hay pocos que consideren que su figura encarna el arquetipo de la “operación política” en lugar del periodista tradicional. Su defensa pública del PSOE y su participación activa en los debates en los que generalmente se estremece contra los rivales políticos ha alimentado esta percepción.
En los últimos años, su nombre se ha asociado con varias controversias de los medios:
Ha sido acusada de hacer ejercicio como portavoz informal del gobierno socialista. Su hermana, Isabel Pardo de Vera, era presidente de Adif y ahora es acusada en el conocido “caso de Koldo” por presuntas irregularidades en los premios públicos. En televisión, no duda en adoptar puestos beligerantes contra miembros del partido popular o figuras relacionadas con VOX.
El episodio de The Plate: ¿Crimen o provocación?
La clave legal del episodio se encuentra en sí misma, la placa que se muestra era auténtica y si Pardo de Vera tenía derecho a llevarla. De lo contrario, podría estar incurriendo en un delito de usurpación de funciones públicas de acuerdo con los artículos 402 y 403 del Código Penal español. Las sanciones van desde multas hasta prisión: más graves si las insignias falsas se usan para cometer coerción o extorsión.
El video grabado por Juan Pulido podría convertirse en una evidencia fundamental si finalmente se presenta la queja. Por ahora, ni la autenticidad de la placa ni los motivos exactos han sido aclarados por Pardo de Vera, que ha optado por el silencio después del revuelo inicial.
🔴 #URGENTE | Encuentro a Ana Pardo de Vera y pregunté sobre su hermana corrupta y sus mensajes con Koldo sobre AMROS. pic.twitter.com/quddipoxg3
– Vito Quiles 🇪🇸 (@Vitoquiles) 2 de julio de 2025
Una historia llena de enfrentamientos de medios
El choque con Vito Quiles no es un caso aislado en el archivo público de Ana Pardo de Vera:
En 2023 protagonizó un intercambio acalorado con Bertrand Ndongo, al que llamó “gorila” y vino a lanzar el micrófono durante una cobertura televisiva, generando otro ciclo viral en las redes sociales. En otro episodio de televisión reciente, atacó verbalmente a un diputado de PP cuando mencionó las presuntas irregularidades cometidas por su hermana Isabel; Luego defendió con enojo su entorno familiar sin proporcionar explicaciones convincentes sobre las acusaciones.
Esta tendencia a responder con desdén o agresividad contra preguntas incómodas contrasta con el ideal periodístico clásico basado en el debate tranquilo y el respeto por la discrepancia.
Reacciones políticas y sociales: tensión creciente
El episodio ha revivido los debates latentes sobre:
El verdadero papel del periodismo militante contra el periodismo neutral. Los límites entre la defensa personal y el ataque de los medios. Use (o abuso) de los símbolos oficiales, como las placas de policía, por personas fuera de los cuerpos y las fuerzas de seguridad.
En las redes sociales, las opiniones han sido polarizadas:
Un sector ve en Pardo de Vera una víctima de acoso sistemático al que algunos periodistas se someten a figuras públicas. Otros denunciaron una supuesta “impunidad” y colusión entre medios relacionados con el poder político y las altas posiciones públicas. Se quila el propio sopa para presentar una queja formal que dependa de las imágenes capturadas durante el incidente.
Datos curiosos y detalles llamativos
La supuesta placa policial mostrada por Ana Pardo podría conducir a sanciones penales, incluso si solo era una imitación sin valor legal. La carrera de los medios de ver un fenómeno viral: los memes sobre “el nuevo comisionado socialista” no han tenido que aparecer. El “periodista del régimen”, el término recurrente entre sus detractores, refleja cómo los límites entre información, opinión e ideología son cada vez más difusos.
En resumen, lo que comenzó como una pregunta incómoda sobre la corrupción terminó convirtiéndose en un nuevo capítulo del reality show de medios políticos españoles. En este paso, solo queda que algún guionista lo adapte a Netflix … aunque viendo cómo va el país, ya lo están disparando.