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Alquilar una habitación en Madrid o Barcelona cuesta lo mismo que un piso entero hace 10 años

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Ha sido imposible.

Comprar por supuesto, pero también alquilar.

Y el asunto no tiene visiones para ir mejor o atenuar.

Especialmente en las capas grandes, que es donde realmente hay demanda.

Alquilar una habitación en Madrid o Barcelona ya cuesta, en promedio, más de 500 euros por mes. Esta cifra, que puede parecer exorbitante para muchos, coincide con lo que un piso completo cuesta hace solo una década, cuando el precio del medidor cuadrado era de alrededor de 7 euros y aún era posible encontrar casas enteras por menos de 500 euros por mes.

El fenómeno no se limita solo a las dos capitales principales: en Valencia y Málaga, el precio ya excede los 400 euros por mes, y la tendencia se replica en otras ciudades como San Sebastián (€ 475) y Palma (€ 450).

El promedio nacional supera los 420 euros por mes por estadía, según los últimos datos de portales inmobiliarios y estudios del sector.

La oferta ha crecido notablemente, un 24% más de habitaciones disponibles en comparación con el año anterior en 43 capitales, pero lejos de moderar los precios, la demanda de disparos ha promovido nuevos aumentos, especialmente en áreas centrales y vecindarios consolidados.

¿Por qué los precios suben tanto?

La explicación es múltiple. Por un lado, el alquiler tradicional de pisos completos ha aumentado un 14% solo en el último año, alcanzando los máximos históricos. El precio promedio de alquiler convencional en España ya es € 13.29/m² por mes. Esto ha expulsado a muchos inquilinos del mercado tradicional, obligándolos a buscar alternativas más asequibles como el alquiler de habitaciones. Sin embargo, la presión de la demanda en este segmento ha convertido lo que anteriormente era una solución económica en una opción cada vez más accesible.

En palabras de María Matos, directora de estudios de Fotocasa, “el aumento en el precio del arrendamiento tradicional está obligando a más y más inquilinos a buscar en el segmento de la habitación, incapaz de lidiar con un hogar entero”. Además, el aumento de modelos como Coliving – Controles flexibles con servicios adicionales para perfiles profesionales – ha aumentado la prémónica de muchas habitaciones en áreas centrales y bien comunicadas.

El esfuerzo económico para los jóvenes y los trabajadores

El costo mensual de alquilar una habitación en estas ciudades ya es equivalente a casi un tercio del salario mínimo interprofesional (1,184 euros/mes), o incluso el gasto mensual en alimentos para una pareja según la OCU (hasta 400 euros). Para los estudiantes y los trabajadores jóvenes, la situación es especialmente difícil: los bonos pueden alcanzar hasta tres meses más el primer mes de anticipación, lo que representa un desembolso inicial inicialmente asumido para aquellos que buscan independencia o mudanza por razones laborales o académicas.

Un testimonio recientemente recopilado ilustra esta incomodidad: “Los alquileres son abusivos. Exigen pagos de bonos de incluso tres meses y más el primer mes”, dice Francisco López, un estudiante que ha estado buscando una habitación intensamente en Valencia durante más de un mes.

Variaciones geográficas: ¿Dónde es más caro de alquilar?

La clasificación está claramente dirigida por Barcelona (€ 638/mes), Bilbao (€ 621/mes) y Madrid (€ 605/mes). En Madrid, distritos como Chamartín (€ 663), Chamberí (€ 660), Moncloa-Aravaca (€ 650), mientras que vecindarios periféricos como Villaverde, Vicálvaro o Usuario mantienen precios algo más bajos, pero continúan excediendo los 400 euros por mes por habitación.

En ciudades como San Sebastián, la escasez de presión y suministro internacional ha disparado tanto el precio del alquiler como el costo por metro cuadrado: el promedio nacional es de alrededor de € 6,071/m² para la compra y los alquileres alcanzan € 18.7/m² por mes, solo superado por Barcelona y Palma.

Hoy, el 27 de agosto de 2025, la tendencia es clara: incluso en capitales medianos como Pamplona, ​​Malaga o Palma, alquilar una habitación ya cuesta entre 425 y 450 euros por mes. Por otro lado, provincias como Jaén, Cáceres, Badajoz y Ciudad Real ofrecen opciones más baratas (€ 250), aunque representan excepciones dentro de la escena nacional.

Oferta ascendente pero aún se desencadenó precios

Aunque la oferta crece, en Zamora aumentó en un 10%, pero allí el precio aumentó un 18%, los aumentos no se han detenido. En Segovia, la oferta creció un 31%, pero los precios aumentaron en un 16%. Por el contrario, en ocho capitales la disponibilidad disminuyó; Sevilla se destaca entre sí con una reducción del 5% en la oferta pero el 7% de aumento en los precios.

Las comunidades autónomas más afectadas por el aumento en el alquiler de la habitación son la andalucía (+21%), el país vasco (+18.8%), las islas baleares (+17.5%) y la comunidad valenciana (+12.8%). Solo Navarra (-0.6%) y Cantabria (-0.1%) tienen disminuciones interanuales en los precios promedio.

¿Qué esperar para el resto del año?

Los pronósticos apuntan a aumentos moderados gracias a las nuevas políticas regulatorias en el índice de referencia para alquileres. El gobierno planea reemplazar el IPC con un nuevo índice preparado por el INE que limitaría los aumentos a menos del 2% por año para los contratos regulados. Sin embargo, los expertos advierten que es imposible anticipar exactamente cómo evolucionará el mercado ante factores externos como tensiones internacionales o cambios de impuestos.

Mientras tanto, alquilar una habitación ya no es una garantía de ahorros o una solución fácil para aquellos que buscan viviendas en las grandes ciudades españolas. La presión sobre el mercado es tal que compartir un piso se ha convertido, en parte, en un lujo urbano reservado para aquellos que pueden asumir costos similares a los del alquiler completo hace solo diez años.

Entre la incertidumbre regulatoria y la escalada imparable del precio de las tierras urbanas, encontrar una habitación asequible en ciudades como Madrid o Barcelona se ha convertido en una verdadera raza de contrareloj donde quién paga rápido y tiene mucha ventaja.

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