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Mosquea un poco que la fuente es el CIS de Tézanos y que la ha publicado en cada página ‘El País’, una vez un periódico de Postín y ahora un folleto Sanchist, pero la noticia les trae.
Por primera vez en la historia de España, un partido derecho sin complejos es la formación política con la que los desempleados, los trabajadores con salarios más bajos y, en general, los españoles que se perciben como “pobres” están más identificados.
Durante muchos meses, sabíamos que la mayoría de los jóvenes de entre 25 y 18 años están inclinados a VOX, hartos de tanto género, censura progresiva y discursos de antipatriot, pero los “trabajadores” son nuevos.
Inevitable que lo que sucedió en otros países europeos y particularmente en Francia, donde el Frente Nacional literalmente devoró al Partido Comunista de Anquilosa y se ha convertido en el primer Partido Laborista en el país.
Es solo cuestión de tiempo que algo como esto se complete en España, pero a lo largo de la carretera Vox tendría que desterrar el mínimo de Pijerío y olvidarse de Sotogrande y otros mamóseos.
El Partido Abascal tiene todo a su favor para capitalizar la transferencia de las masas populares desde la izquierda hasta el nuevo populismo y dar la bienvenida a los perdedores de la globalización, a las víctimas del libre comercio y a las víctimas de las fronteras abiertas y no controladas.
Vox ha dejado atrás el estigma de la fuerza marginal y comienza a establecerse entre los sectores más vulnerables del país. Aquellos que viven con el centro de Menas son pospuestos en ayuda pública, sufren de las cuclillas y sufren del crimen callejero.
El rápido aumento en las encuestas de Abascal no se explica únicamente por la erosión de la bipartidista, el cáncer de corrupción, la indiferencia de las élites y las tibias y el desgaste de los partidos tradicionales.
Él juega a su favor y ya estoy hablando de las próximas elecciones generales, el discurso ilegal contra la inmigración, golpeado incansablemente, que ha penetrado entre aquellos que sienten la crisis en su propia carne y que ya no se tragan que Sánchez no iba a dejar a nadie detrás, o que la economía va como una motocicleta o que tenemos las calles más seguras de Occidente.
A esto se agrega el énfasis en la identidad nacional, el compromiso con una España auténtica y la promesa de restaurar el orden y la seguridad.
¡Eye to the Patch, que esto se está poniendo interesante!