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100 promesas, cero acción

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Mientras Mumbai se acerca a las elecciones cívicas, la ciudad se ve inundada de grandes promesas y planes brillantes. Pero lo que la gente realmente quiere es un partido político con un manifiesto que tenga un compromiso claro de poner fin a las inundaciones, reparar los baches, mejorar los senderos y la calidad del aire y hacer que la ciudad sea habitable.

Los políticos hablan de parques de aves, campos de golf, nuevos túneles y puentes y brillantes proyectos de talla mundial. Sin embargo, mientras las ciudades metropolitanas se apresuran a ganarse la etiqueta de “Ciudad Inteligente”, Mumbai y otros centros urbanos todavía luchan con los problemas más básicos que han estado sin resolver durante décadas.

Principalmente, las personas que viven en Mumbai, Thane, Mira-Bhayander y Vasai-Virar están cansadas de las dificultades diarias de navegar cada día. Se supone que calles limpias y seguras y servicios cívicos adecuados son derechos fundamentales, y cada partido los enumera en su manifiesto.

Pero, una vez en el poder, casi todo lo que figura en la lista queda olvidado. Al menos en estas elecciones, ¿algún partido defenderá al contribuyente Mumbaikar que sigue luchando incluso por los servicios cívicos básicos?

Ahora es el momento de que los representantes electos antepongan a las personas a los proyectos y se comprometan a solucionar problemas pendientes desde hace mucho tiempo, como recuperar senderos, hacer cumplir las reglas de tránsito y hacer que las calles sean seguras para los peatones.

En todo Mumbai, es imposible pasar por alto el abandono. Las carreteras principales como SV Road, Linking Road (de Bandra a Dahisar) y los carriles de servicio a lo largo de las autopistas del este y del oeste están congestionados no sólo por el tráfico sino también por capas de invasión. Vendedores ambulantes, garajes ilegales, restaurantes, jardines matrimoniales, estacionamientos ocupados por vendedores de autos usados ​​y centros de servicio se han apoderado de los espacios públicos.

Los senderos prácticamente han desaparecido, lo que obliga a los peatones a circular por carreteras peligrosamente transitadas por vehículos que circulan a gran velocidad. Borivli ofrece un claro ejemplo. Una carretera destinada a los autobuses BEST ha sido tan invadida por vendedores ambulantes que los autobuses del transporte público se han visto obligados a cambiar su ruta permanentemente, a pesar de que la carretera pasa justo al lado de una comisaría de policía y un tribunal.

Los espacios públicos destinados a los ciudadanos han sido tratados silenciosamente como propiedad privada. En los terrenos de BMC no aparecen aparcamientos ni carteles reservados colocados por comerciantes y hoteleros con total impunidad.

La profundidad de la crisis queda clara a través de dos momentos reveladores reportados por los medios. En primer lugar, incluso quienes dirigen la ciudad admiten que no pueden navegar por ella de manera segura. Un ex comisionado municipal (ahora jubilado) reveló una vez que no puede llevar a sus propios padres ancianos a dar un simple paseo. Si los altos funcionarios de la ciudad no pueden caminar por sus calles o aceras sin preocupaciones, ¿qué esperanza hay para un Mumbaikar común y corriente, especialmente para las mujeres, las personas mayores y los niños?

En segundo lugar, el propio Tribunal Superior de Bombay dio la alarma. Al escuchar una de las peticiones, el juez observó que la propagación de la venta ambulante ilegal es como una “amenaza” que se apodera de la ciudad.

La invasión de los espacios públicos está erosionando la seguridad de los peatones y asfixiando el funcionamiento básico de la ciudad. Todo esto sucede a pesar de reglas claras del tribunal que prohíben la venta ambulante a menos de 100 metros de escuelas, templos, hospitales y a menos de 150 metros de estaciones de tren.

Los números hablan más que cualquier discurso. Se dice que oficialmente Mumbai tiene alrededor de 32.000 vendedores ambulantes autorizados, pero los sindicatos de vendedores ambulantes estiman que el número real supera los tres lakh. En 2023-2024, el BMC tomó medidas contra 3,37 lakh de vendedores ambulantes y cobró 5,14 millones de rupias en multas. Pero la mayoría de ellos regresaron a los mismos lugares a los pocos días. El mensaje es claro: las multas por sí solas no funcionan.

Lo que se necesita es una aplicación coherente de la ley, penas más estrictas y medidas más estrictas, incluida la cárcel para los reincidentes, o de lo contrario el ciclo nunca terminará.

El costo de esta negligencia no es simplemente un inconveniente; es mortal. Con la desaparición de los senderos y las carreteras convirtiéndose en pistas de obstáculos, los peatones se ven obligados a interponerse en el camino de los vehículos que circulan a alta velocidad. Una investigación de RTI realizada al mediodía reveló el sombrío costo humano. Entre 2013 y 2012, 4.514 personas murieron en accidentes de tráfico en Mumbai y más de la mitad eran peatones.

Las estadísticas indican claramente que se pierden vidas porque la ciudad se niega a garantizar lugares seguros para caminar y los policías no mantienen la ley y el orden.

Incluso la campaña de divulgación del BJP “Awaaz Mumbaikarancha, Sankalp BJP cha” (programa de divulgación pública realizado en Mumbai para comprender las opiniones y expectativas de la gente respecto de la ciudad) refleja la frustración pública.

Con 2,65 lakh de respuestas, la encuesta encontró que el 53 por ciento de los habitantes de Mumbaikar están descontentos con los servicios cívicos básicos. Sus exigencias son sencillas: arreglar los baches, retirar la basura, limpiar los desagües y evitar inundaciones durante el monzón. Estos no son lujos, sino lo mínimo indispensable.

El pueblo ha hablado. Ahora la administración, la policía y los dirigentes políticos deben responder con acciones, no con palabras.

Si los ciudadanos realmente quieren ‘Achhe Din’, los votantes, ya sea que vivan en barrios marginales, sociedades de clase media o torres de gran altura, deben permanecer unidos en su demanda: no se deben hacer nuevas promesas hasta que se cumplan las viejas (para solucionar los problemas básicos).

Recuperar espacios públicos, hacer cumplir las leyes de tránsito. Hacer que las calles y senderos sean seguros. Sólo entonces Mumbai aspira realmente a ser una “ciudad inteligente”.

Si el liderazgo estatal una vez más no logra mostrar la voluntad política y el sentido básico para resolver estas cuestiones pendientes desde hace mucho tiempo, a los habitantes de Mumbaikar no les quedará más remedio que seguir viviendo con una aceptación reticente, tarareando esa vieja canción de Bollywood “Yeh dil mushkil jeena yahan, yeh hai Bombay meri jaan”.

Sanjeev Shivadekar es editor político, al mediodía. Él tuitea @SanjeevShivadek
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