Por ALEXA ST. JOHN
DETROIT (AP) — Ford Motor Co. se está alejando de sus alguna vez ambiciosos planes de vehículos eléctricos en medio de pérdidas financieras y una menor demanda de los consumidores por los vehículos en lugar de invertir en motores de gasolina más eficientes y vehículos eléctricos híbridos, dijo la compañía el lunes.
El fabricante de automóviles con sede en Detroit, que ha invertido miles de millones de dólares en electrificación junto con la mayoría de sus pares de la industria, dijo que ya no fabricará la camioneta eléctrica F-150 Lightning, sino que optará por una versión de autonomía extendida del vehículo.
Ford también introducirá algunos cambios de fabricación; su Tennessee Electric Vehicle Center, parte del campus de BlueOval City y que alguna vez fue el futuro de los vehículos eléctricos y las baterías de Ford, pasará a llamarse Tennessee Truck Plant y, en su lugar, producirá nuevos camiones asequibles a gasolina. La planta de ensamblaje de Ford en Ohio producirá una nueva camioneta híbrida y de gasolina.
La compañía ha perdido 13.000 millones de dólares en vehículos eléctricos desde 2023 y dijo que espera recibir un golpe de 19.500 millones de dólares en gran parte en el cuarto trimestre debido al negocio de vehículos eléctricos.
“Este es un cambio impulsado por el cliente para crear un Ford más fuerte, más resistente y más rentable”, dijo el director ejecutivo Jim Farley en un comunicado. “La realidad operativa ha cambiado y estamos redistribuyendo capital hacia oportunidades de crecimiento de mayor rentabilidad: Ford Pro, nuestras camionetas y furgonetas líderes en el mercado, híbridos y oportunidades de alto margen como nuestro nuevo negocio de almacenamiento de energía en baterías”.
Ford dijo que ahora espera que la mitad de su volumen global sean híbridos, vehículos eléctricos de autonomía extendida (que también incorporan un motor de gasolina) y vehículos eléctricos completos para 2030, frente al 17% de este año.
“La eliminación por parte de Ford de la F-150 Lightning eléctrica no es una gran sorpresa después de que la camioneta no logró llenar la capacidad de la planta. La decisión de Ford de convertir una camioneta existente propulsada por gasolina para aceptar la transmisión eléctrica ayudó a reducir sus costos iniciales, lo cual, en retrospectiva, fue la decisión correcta”, dijo a The Associated Press Sam Fiorani, vicepresidente de AutoForecast Solutions.
“Durante meses, el futuro de Blue Oval City ha estado en duda y este anuncio apunta hacia esta gran planta”, añadió Fiorani. “Agregar un vehículo asequible a la línea Ford llena un vacío evidente en el mercado”.
Varios otros fabricantes de automóviles han realizado cambios en sus planes de productos electrificados en los últimos años, ya que la demanda de vehículos eléctricos por parte de los consumidores en Estados Unidos no ha cumplido con las expectativas.
Los vehículos eléctricos representaron alrededor del 8% de las ventas de vehículos nuevos en Estados Unidos el año pasado, pero factores como el costo y la infraestructura de carga siguen siendo preocupaciones para los compradores convencionales.
El precio promedio de transacción de un vehículo eléctrico nuevo el mes pasado fue de $58,638, en comparación con $49,814 para un vehículo nuevo en general, según el recurso de compra de automóviles Kelley Blue Book.
Mientras tanto, si bien la disponibilidad de carga pública ha mejorado, la industria ha dependido de la carga en el hogar como un punto de venta para los posibles compradores, y no todos tienen acceso a la carga en el hogar.
Desde que asumió el cargo por segunda vez, el presidente Donald Trump ha alejado drásticamente la política estadounidense de los vehículos eléctricos, calificando de “mandato” la política favorable a los vehículos eléctricos establecida durante el gobierno del expresidente Joe Biden.
Aunque las políticas de la era Biden, incluidos generosos incentivos fiscales para los consumidores y reglas de ahorro de combustible y tubos de escape para los fabricantes de automóviles, alentaron la adopción de vehículos eléctricos, ninguna política exigía que la industria vendiera o que los estadounidenses compraran vehículos eléctricos. Biden se propuso que la mitad de las ventas de vehículos nuevos en EE. UU. fueran eléctricos para 2030.
Desde entonces, la administración Trump redujo ese objetivo, eliminó los créditos fiscales para los vehículos eléctricos y propuso debilitar las reglas sobre emisiones y consumo de combustible.
“El doble golpe de la lenta adopción de vehículos eléctricos por parte del público y la postura más suave de la administración Trump en materia de economía de combustible y emisiones ha alentado a todos los fabricantes de automóviles a repensar su dirección actual”, añadió Fiorani. “Los vehículos eléctricos siguen siendo el futuro, pero la transición a los vehículos eléctricos siempre llevará más tiempo de lo que los fabricantes de automóviles han prometido al público”.
Alexa St. John es reportera climática de Associated Press. Síguela en X: @alexa_stjohn. Comuníquese con ella en ast.john@ap.org.
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