Pero, ¿qué pasa con una semana laboral de tres días?
El CEO de Zoom, Eric Yuan, se une a Bill Gates, Jensen Huang, Jamie Dimon y otros para predecir que podemos dirigirnos hacia una semana laboral de tres o cuatro días, impulsadas en gran medida por los avances en la IA.
Si bien Yuan reconoce que algunos trabajos se borrarán, él cree que aquellos que se quedan con los suyos disfrutarán de menos días hábiles.
Lo que dicen los líderes empresariales
Los líderes empresariales se dividen sobre cómo exactamente la IA cambiará el trabajo. Algunos, como el CEO Anthrope Dario Amodei, advierten sobre la interrupción masiva de los trabajos de cuello blanco, mientras que otros como el líder de Google Deepmind, Demis Hassabis, ven una “era dorada” por delante.
Pero hay un consenso creciente entre algunos ejecutivos que las semanas laborales más cortas se están volviendo posibles.
La otra cara: desplazamiento del trabajo
No todos se beneficiarán.
¿Qué significa, en el futuro?
Las semanas de trabajo más cortas se ven más realistas: la idea de pasar de cinco a cuatro (o incluso tres) días hábiles está ganando tracción no solo como una ilusión, sino basada en experimentos y ensayos del mundo real.
La distribución del trabajo y los tipos de trabajo cambiarán: los trabajos de nivel de entrada o más rutinarios pueden estar más expuestos a la automatización, mientras que los trabajos que involucran supervisión, creatividad e interacción humana compleja pueden ser más seguras o incluso expandirse.
El punto de Yuan sobre la gestión de la IA/agentes en lugar de hacer tareas repetitivas se hace eco en el trabajo empírico. El marco 2ACT, una investigación reciente, también subraya que los patrones de uso de IA, en lugar de la automatización solo, son importantes: las tareas donde la IA aumenta la capacidad humana tiende a conducir a la movilidad ascendente.
No universal ni inmediato
Algunos sectores no pueden comprimir fácilmente el trabajo a menos días (atención médica, servicios de emergencia o trabajo por turnos). Además, los efectos a más largo plazo de las semanas de trabajo más cortas en el PIB o la productividad sostenida aún se están estudiando.
Algunos críticos también advierten que los beneficios pueden ser más modestos o desiguales a largo plazo.









