TEHRAN – Las fuerzas de seguridad iraní repelieron con éxito un asalto terrorista en la ciudad sudoriental de Saravan la madrugada del domingo, matando a tres asaltantes armados y capturando a otros cuatro en una operación contramunera.
Según una declaración publicada por el Centro de Información de la Policía de Sistán y Baluchestan, el ataque ocurrió durante las patrullas de rutina por las unidades de aplicación de la ley en Saravan. La patrulla fue emboscada por militantes armados en lo que la declaración describió como un asalto “cobarde y premeditado”.
En el choque que siguió, las unidades policiales respondieron decisivamente, neutralizando a tres atacantes y persiguiendo los elementos restantes.
El general de brigada Mohammadreza Eshaqi, comandante de la Fuerza de Policía Provincial, confirmó los detalles de la operación.
“Después de la confrontación armada en Saravan, los planes de seguridad se activaron de inmediato. Nuestras fuerzas eliminaron a tres terroristas y confiscaron un rifle de Kalashnikov, una pistola con municiones y dos vehículos utilizados por los asaltantes”, dijo. Eshaqi también señaló que cuatro sospechosos fueron capturados durante las operaciones de seguimiento.
Trágicamente, un oficial, identificado como Khodadad Baqeri, era martirizado en el cumplimiento del deber. Otro resultó herido y transferido a un centro médico para recibir tratamiento.
Se cree que los atacantes están afiliados a Jaish al-Adl (conocido en Irán como Jaish-al-Zulm), un grupo terrorista notorio por sus operaciones violentas en las regiones fronterizas del sureste de Irán.
Como el sucesor del Jundullah, dedicado a las fuerzas de seguridad iraníes en 2010, Jaish Al-ADL se ha relacionado con numerosos asaltos armados en toda la región.
Operando principalmente en la provincia de Sistán y Baluchestan, la organización ha dirigido tanto a los civiles como al personal de seguridad en docenas de ataques mortales. En las últimas dos décadas, primero como Jundullah y más tarde bajo su identidad renombrada, el grupo ha reclamado cientos de vidas iraníes.
Más recientemente, Jaish al-Adl se atribuyó la responsabilidad del asalto de mortero y granada del 26 de julio al palacio de justicia de Zahedan, que mató a seis civiles, incluidos una madre y su bebé, e hirió a otros 22.
Funcionarios iraníes han dicho que el grupo recibe el respaldo de las agencias de inteligencia extranjeras, con particular énfasis en la participación del régimen israelí en el apoyo a sus actividades desestabilizantes.
La provincia de Sistán y Baluchestan sigue siendo una región estratégica y frágil dentro del panorama de seguridad nacional de Irán.
Su proximidad a las rutas internacionales de tráfico de drogas y su exposición a la infiltración terrorista lo convierten en un punto focal para los esfuerzos antiterroristas de Teherán.
A pesar de estos desafíos, las fuerzas de seguridad iraníes han demostrado resiliencia y superioridad táctica, frustrando la mayoría de las incursiones transfronterizas y manteniendo la estabilidad relativa.