La tragedia golpeó en el estado de Níger cuando un sacerdote católico, el reverendo padre James Omeh, párroco de la Iglesia Católica de San Antonio en Gulu, el área del gobierno local de Lapai, junto con su pasajero, murió después de ser arrastrado por fuertes inundaciones durante el fin de semana.
El feo incidente ocurrió el sábado 24 de mayo de 2025, aproximadamente al mediodía, cuando el fallecido, que también fue coordinador de la Asociación Cristiana de Nigeria, (Can), en Lapai Lga, que viajaba en su vehículo Hilux, llegó al puente colapsado en la carretera LaPai-Gulu, que había sido destruida por la lluvia torrencial en la noche anterior.
Se reunió que el padre Omeh intentó hacer un giro en U para dirigirse hacia la aldea de Duma; Sin embargo, su vehículo Hilux estaba abrumado por las fuertes aguas de las inundaciones del puente colapsado.
A pesar de sus esfuerzos, el sacerdote y su pasajero, identificados como caridad John, fueron barridos en el vehículo en el que viajaban.
Más tarde, sus cuerpos fueron recuperados con la ayuda de voluntarios locales y el Sarkin Ruwa (rey del agua) de un pueblo cercano.
Mientras tanto, el gobernador del estado de Níger, Mohammed Umaru Bago, ha condolado la Asociación Cristiana de Nigeria, (Can) y la comunidad cristiana en el estado por la trágica muerte del reverendo Padre, que ocurrió el sábado.
Bago, en un comunicado en Minna el lunes por el asesor especial sobre comunicación, medios de comunicación y estrategia, Jonathan Vatsa, describió la trágica muerte del sacerdote católico como doloroso y muy desafortunado, y señaló que su fallecimiento es una gran pérdida para Can, la comunidad cristiana y el estado en general.
Elogió al difunto sacerdote por su compromiso con la consolidación de la paz comunitaria y la armonía religiosa en el área.
Señaló que el padre Omeh sería recordado por sus recientes esfuerzos para promover la unidad y la coexistencia pacífica en el área del gobierno local de Lapai, incluida una visita de cortesía al emir de lapai y otras partes interesadas.
El gobernador extendió su sincera simpatía hacia Can, la comunidad católica y la familia del sacerdote, rezando por su descanso eterno.








